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Por Pablo Llonto. Fernando Niembro ha sugerido días atrás en Miramar que sea eliminado Fútbol para Todos haciendo alarde que le importa un bledo los asuntos populares. Para Niembro, el fútbol debe seguir creciendo como comercio y que lo disfruten sólo quienes tienen plata.

 

El contraataque neoliberal finalmente muestra sus cartas; si Niembro será o no candidato de Macri a la vicegobernación aún no lo sabemos pero su presencia en espacios amarillos lo anticipa.

Lo cierto es que su pase del peronismo de derecha a la derecha antiperonista la concretó lanzando al ruedo (no al debate) la eliminación del fútbol de Primera gratuito por TV. Para Niembro corresponde que paguen todos, total, según Niembro “todo el mundo tiene cable”.

Más allá de ser una afirmación de falso contenido, lo que Niembro no dijo es que el fútbol pago no es solamente una cuestión de tener o no tener cable, cuya cuota – además - aumenta como viaje infinito en ascensor por obra y gracia de los privados. El fútbol pago de la era menemista y la primera era K pertenecía a una época que él extraña y los empresarios recaudadores para fugar plata al exterior también. Había partidos codificados, clásicos que se abonaban aparte de la cuota mensual del cable, había prohibición de pasar los goles hasta que se emitiera el resumen de partidos por el canal dueño de los derechos y escasa o nula consideración para el pueblo en todos aquellos territorios donde la TV cable no hace pie.

Se sumarán, a partir de hoy, otros periodistas deportivos a este delirio privatizador de quien, por supuesto, trabaja y gana muy bien para patrones privados. De hecho, es lo único que Niembro hizo en las últimas décadas fomentando las transmisiones bajo el sistema estadounidense: “quieren espectáculo, pues paguen y paguen…”

La aparición de un periodista local en la conferencia de prensa que Niembro dio para apoyar a Macri en Miramar lo descolocó. Confirmando que el ex vocero de Menem tiene escasa información de lo que ocurre en la calle. El cronista le advirtió que en esa localidad, antes de Fútbol para Todos ni el automovilismo ni las transmisiones del 13 llegaban por TV abierta. Niembro titubeó feo.

Las olas privatizadoras que se preanuncian colocan al fútbol y al deporte en la hora de preguntarnos: ¿qué quieren los candidatos? Sería bueno que a partir de este mes, y teniendo en cuenta el caliente año electoral del que disfrutaremos, los periodistas deportivos empecemos a preguntarles a los candidatos qué política deportiva tienen, qué van a hacer con la TV y el deporte, qué presupuestos destinarán y tantos otros temas que, en general, no forman ni ahí la agenda mediática.

Y también estaría bueno que los periodistas deportivos nos vayamos definiendo públicamente y que quienes votaremos un proyecto nacional, popular y latinoamericano nos pongamos la camiseta. Nos digan o no nos digan “vos sos K”.