GARGANTA Y DE ZURDA

Por Pablo Llonto. Con su ritual de parsimonia y sus velos vírgenes, el 2015 ya está con nosotros. Será el año de una nueva y correcta división de los argentinos y argentinas. Para qué macanearnos. Desde Adán y Eva en adelante que se piensa distinto y nada malo hay en que las diferencias se resuelvan de modos también distintos. Luego, la sabia naturaleza, o la historia de la lucha de clases diría Marx, o “los melones se acomodan cuando el carro empieza a andar” dirá el saber popular, harán lo suyo. Sobre todo en octubre.

 

¿Pero qué esperamos del periodismo deportivo argentino en este año?

Pregunta enorme que podría resolverse en respuesta enorme. No cansaremos, lo prometemos.

No ha sido precisamente el 2014 un año que brindase noticias o novedades alentadoras. El Mundial de Brasil se había convertido en un imaginario faro de ilusiones. Hacía allí nos dirigíamos aguardando alguna revelación periodística, o muchas, pero muchas, alegrías convertidas en notas, reportajes, crónicas o fotografías especiales, distintas, reveladoras. Poco de ello pudo observarse. Las muestras fueron: el periodismo de barrio e ideológico de la revista La Garganta (con Houseman como invitado), o los intentos del programa De Zurda o los espacios habituales de la prensa “alternativa” cuando se rescata al deporte menos consumido, menos apoyado: el deporte con mínimas cuotas de profesionalismo.

Podemos encontrar ciertas causas de la debacle en la encuesta que, para fin de año, se dio a conocer por los delegados gremiales de los diarios del grupo Clarín. Toda una señal de algo que está pasando en muchas redacciones y que escuchamos en variadas mesas de café, asados o coloquios de periodistas. Detallemos sólo un par de aspectos y preguntemos a cada periodista que lea estas líneas si no siente algo parecido en su redacción.
“En una evaluación de 1 a 10 los encuestados calificaron a Clarìn.com y a la versión impresa del diario con un promedio de 5 puntos. Sólo el 6% cree que Clarìn es un mejor diario que hace 10 años. El 74% opina lo contrario””.

Se la puede leer en https://comisioninternaclarin.wordpress.com/

Una vez más entonces la apuesta es a los jóvenes. Agotada la vía de las escuelas de periodismo deportivo privadas a cuyos dueños sólo les importa “la platita” y convertirse en agencia de colocaciones para los grandes medios, la Universidad de Buenos Aires, por medio de la Facultad de Ciencias Sociales, iniciará este año un posgrado en Periodismo Deportivo que, si cumple aquello que promete, será una nueva puerta a la esperanza.

Un periodismo deportivo que combata el cholulaje, la prensa obsecuente con los dirigentes, el elogio fácil, y la falta de compromiso político, y que se esmere por la lectura, el deporte amateur, el rescate de las políticas deportivas pùblicas y gratuitas. Como cada año, la esperanza nace en enero. Esperemos que no culmine en diciembre. Ya uno está cansado.