game of trones

Por Cicco. Usted espera las vacaciones, la navidad, el ascenso, el domingo que juega Boquita. Yo espero que llegue mediados de abril para que empiece la nueva temporada de Juego de Tronos: la quinta. ¿Y sabe en qué mes estamos ahora? Oh, sí, adivinó. Abril. Qué astuto.

 

Hemos hablado maravillas aquí de Juego de Tronos, de cómo superó en rating en la HBO hasta a la imbatible tira de Los Soprano. Aún más: ingreśo al Guinness de los récords al transformarse en la serie más pirateada de la historia -casi seis millones de descargas por episodio-. Contamos aquí también de las ramificaciones inesperadas de la serie, y de la mente del crack que lo inventó todo: George R. R. Martin, un hombre con tanto oficio que ya peina canas y calza currículum hasta de los tiempos de la Dimensión Desconocida. Lo que queremos tratar aquí es, uf sí, de volver a decírtelo todo de nuevo.

Es que nunca una serie, desde Lost, derrumbó tantas suposiciones. Usted piensa que el asunto iba por un lado, y zás, el director le saca un as en la manga y le muestra cuán equivocado está -sí, tontito, usted, que se hace el detective-. Uno tras otro, Juego de Tronos desbarató cada pálpito, cada deducción, y aniquiló a cuanto protagonista tuviera alguna proyección de futuro en la conquista de todos los reinos. Incluso si se ensañó con un personaje, vaya uno a saber: tal vez, a vuelta de capítulo, va a empezar a quererlo -quizás llegue a amarlo y defenderlo desde su sillón-. O viceversa. Juego de Tronos es como la vida en la city porteña: uno nunca sabe para dónde va a disparar.

Lo que se conoce de la quinta temporada de Juego de Tronos es a raíz de los avances oficiales de HBO. Habrá tres hermanas crueles, e hijas bastardas de Oberyn Martell, ese que le aplastaban el bocho en un duelo fatal en el palacio -su adversario, La Montaña, en la vida real, es un fisicoulturista que batió el récord de levantar el tronco más pesado, uno de 650 kilos en una competencia de vikingos-. Habrá claro, más muertes. Y la trama volverá a girar y a girar hasta que en su pobre cabecita de espectador maravillado, ya no sabrá quién es bueno y quién no. O, para decirlo en clave de fulbo, ya no sabe quién patea para qué lado..

A decir verdad, nadie conoce cómo culminará la historia de Juego de Tronos. Ni los actores. Ni los guionistas, ni siquiera el propio Martin que empezó a escribirla 20 años atrás.

Aún al propio creador le falta un tramo de libros por entregar. Y hasta confesó que la serie de HBO que vuelve la semana próxima, marcha a más velocidad que la escritura de sus novelas. Para sumar más alarma al ambiente, Martin anunció que hará otra serie basada en un escritor de ciencia ficción y ambientada en los años '50: Captain Cosmos. Los fans no saben si alegrarse o desesperarse -que le ponga punto final a este asunto de una buena vez-.

Ya el tema del futuro de Juego de Tronos escaló al mundo de las ciencias. Hasta, aunque no lo crea, un matemático llamado Richard Vale, de la Universidad de Canterbury, empleó un cálculo de probabilidades muy complejo que no vamos a explicar aquí -primero deberíamos entenderlo- para decir quíen vivirá y quién morirá en lo que queda de serie. Para Vale, por ejemplo, al bravo John Snow en la sexta temporada, le llegará su fin. Así es, en la temporada siete no más Snow. Aunque nadie lo sepa. Ni siquiera el propio Martin!