Por Cicco. Cuando la gente sostiene, así, suelta de cuerpo, que el padre del punk en la Argentina fue Piltrafa de Los Violadores, o la gente de Attaque 77, comete un error muy grave. Porque, el gran padrino del punk no fueron ellos, ni otros músicos. No señor. Fue un periodista de culto y vanguardia que escribió el primer libro en español sobre el punk –el segundo a nivel mundial- y se codeó con los Sex Pistols en pleno corazón de Londres. Se llama Juan Carlos Kreimer y, mis amigos, esta leyenda viva acaba de cumplir 70 años.
Aquel librito lúcido, profundo y sin anestesia se llamó “Punk, la muerte joven” y vio la luz a fines de los ’70. Kreimer, que como les decía ya peina canas, superó la barrera de los setenta y está más vivo que nunca, no sólo es padre latino del punk –o su descubridor-, también encabezó el boom de la espiritualidad con el desembarco de su revista “Uno mismo”. Una aventura de un buscador que hizo de verdad lo que se le antojaba. Descubrió fenómenos, medicinas alternativas, terapias psicológicas. Abrió el camino, como buen padre, para que luego jueguen los hijitos y ahora los nietos.
Cómo lo queremos a Kreimer. Le debemos tanto. Y la gente no lo sabe. Toda esa colección maravillosa para principiantes –donde desde Marx a Einstein fueron explicados en clave de cómic- también tiene el sello Kreimer. Él la trajo y la adaptó al mercado local. Y el último hallazgo: conjugar las bicicleta con la meditación. Así es: el tipo escribió “Bici zen” y hasta de la marca de bicis Gimano de Japón, lo llamaron para felicitarlo.
Kreimer es un descubridor y un sobreviviente. Se codeó con Walsh. Con la Pizarnik. Trabajó en una revista femenina con esa maga de las letras llamada Olga Orozco –un avión, a mi gusto, muy superior a Alejandra-. Y todo eso, calladito, humilde y bajo perfil.
Ahora da cursos de escritura. Y la última vez que hablé con él –porque lo tengo, a Dios gracias, en el podio de los amigos-, me dijo: “Estoy yéndome a hablar de escritura a un congreso de chamanismo tech”. Setenta años y sigue varios cuerpos delante de todos nosotros.