VARIAS PELÍCULAS VISTAS |
Confirmaciones, decepciones, sorpresas y una película feísima |
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1. Enamorándome de mi ex: una gran decepción. Una película lustrosa, demasiado lustrosa, no rica sino ricachona, henchida de brillo, dinero y música redundante pero carente de lógica y con ritmo cansino. ¿Qué hace ese extraño rostro de Steve Martin, sobre el que no se dice nada, en una película que apunta comentarios negativos sobre las cirugías? Un detalle inconsistente que funciona como ejemplo de muchos otros (sobre todo la desaparición de las amigas y el injertado final).
2. Amor sin escalas (¿Amor? ¿escalas?, ¿quién puso este título?), o sea Up in the Air, de Ivan Reitman (Gracias por fumar, Juno) y con George Clooney. Película oscuramente seductora sobre la vida de un hombre cuyo trabajo es viajar mucho para despedir gente (las empresas tercerizan el “servicio” de despedir a sus empleados). Hay mucho encanto actoral y un ambiente desolador. Apenas terminé de verla me gustó mucho, pero algunos colegas de El Amante señalaron ciertos aspectos de manipulación que estructuran la película que la debilitaron mi recuerdo. Si la vuelvo a ver les aviso.
3. Vi también Sherlock Holmes, contra la que tenía prejuicios por su director Guy Ritchie (Snatch y Juegos, trampas y dos armas humeantes). Y este asalto de Ritchie a una época pasada resultó ser mucho menos terrible de lo que temía. Tal vez sea porque las canchereadas visuales del director quedan morigeradas por la presencia de Robert Downey Jr., un actor de un magnetismo tal que puede atenuar la vacuidad estilística de Ritchie. La película no duele, aunque se olvida pronto, demasiado pronto.
4. Vampiros del día (Daybreakers). Una de vampiros realmente sorprendente: apocalíptica, oscura, a velocidad de rayo, con aire clase B y con resonancias sobre no pocos miedos contemporáneos. Y Willem Dafoe es inoxidable.
5. También vi Nine, de Rob Marshall (que tiene en su prontuario Chicago). Esto es de lo peor del año. Fellini releído por alguien que tiene feas ideas sobre el cine y feas y tilingas ideas sobre Fellini. Una película para los que creen en el divismo más bobo y en las pavadas más pavotas sobre “los artistas”. Idiota, vergonzosa, indigna y con algunas de las canciones más feas que se puedan escuchar. Kate Hudson repitiendo “cinema italiano” puede provocar pesadillas, y también Daniel Day-Lewis repitiendo “Güido, Güido, Güido”. Algo así como un desfile de modelos canoras pero con ínfulas existencialistas y ofendiendo a Fellini a más no poder. (Además, Fellini ya hizo varias películas sobre sus procesos y bloqueos creativos, ¿para qué hacer esta porquería?). La felicidad del musical le pasa a kilómetros de distancia a este Marshall, que filma todo con frontalidad teatral y sin verdadero movimiento, sin ritmo, sin vitalidad. Y también le pasa a mucha distancia el erotismo cinematográfico.
6. Volví a ver Invictus de Clint Eastwood y cada vez me gusta más. Conozco a mucha gente a la que no le gusta porque dicen que es inverosímil que Mandela sea así como lo pinta la película. Bueno, Mandela es definitivamente alguien extraordinario y recomiendo otra vez la lectura de El factor humano de John Carlin, así verán que la realidad es más inverosímil que la película de Eastwood. Más allá de eso y de otras objeciones, hay una de Manuel Yánez Murillo en el sitio Otros Cines que me parece muy desacertada: “sí, el esperado y espectacular clímax final, propio de una retransmisión del canal deportivo ESPN, se eleva sobre un vacío narrativo que conduce a la apatía.” (el texto completo está acá). ¿Propio de ESPN? La cámara en la película de Eastwood está al lado de los jugadores, adelante, atrás, arriba… ¡abajo del scrum! No, así no transmite ESPN un partido de rugby.
7. También vi Tierra de zombies, y es un poco destartalada pero si uno se ríe de la mitad de los chistes que tiene ya vale la pena. Woody Harrelson y Bill Murray, por su parte, demuestran con elegancia que pueden reírse de todo.
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