CREADOR DE LA WEB EN ALERTA/ |
Ciudadanos con derechos por una Internet libre |
/Por: Sebastián Di Domenica. Hace algo más de un año, escribí en este espacio una columna que hablaba del físico británico Tim Berners Lee, uno de los mentores de Internet y el creador de la World Wide Web. Las instancias que lo llevaron a desarrollar uno de los grandes inventos del siglo XX y su mirada modesta frente a sus logros son parte de su interesante biografía. Pero lejos de descansar sobre los beneficios de ser el creador de parte de esa criatura que se llama Internet, Berners Lee es un activista en continuo movimiento que alza la voz para defender la libertad y la neutralidad de la red. En 2010 ya advertía sobre los peligros que se avecinaban para los ciudadanos en la web; y sus temores se han hecho realidad. Hoy es pública su oposición a las leyes de antipiratería. Y es posible que si estuviese al tanto de la actualidad argentina, también estaría en contra de los datos exigidos para adquirir la tarjeta SUBE; que le permite al Estado saber con nombre, apellido y número de documento, los lugares a los que viaja, la hora y el medio de transporte que utiliza cada portador de esa tarjetita de prepago. |
Leyes en contra de la piratería
En Estados Unidos, en Europa y también en Argentina se debaten en la actualidad proyectos de ley antipiratería. La ley SOPA (Stop Online Piracy Act), en Estados Unidos, es la más polémica porque permite cerrar, sin mediar una orden judicial, cualquier página de Internet donde se pueda estar violando un derecho de autor, incluso de sitios que solo facilitan la difusión de ese contenido. La Ley Sinde en España plantea la creación de una comisión para recibir denuncias de autores o particulares contra webs de descargas. Ante el reclamo, el propietario de la página denunciada recibiría un aviso para retirar los enlaces o contenidos que, a criterio de la propia comisión, violan la propiedad intelectual; y si la página web no retirara los contenidos en cuestión, la comisión acudiría a la Justicia, que deberá decidir en un máximo de 4 días sobre el cierre. En paralelo a la tendencia mundial, en Argentina el legislador del PRO, Federico Pinedo, ha propuesto una normativa que apunta a que los proveedores de servicios de Internet sean responsables de la información o contenidos provistos por terceros, en la medida en que tengan conocimiento de que esos contenidos violan normas legales o derechos de terceros.
Las leyes antipiratería son en una primera lectura normas que defienden los derechos de autor según los códigos del mundo analógico. Por supuesto, los derechos de autor deben ser protegidos y los productores de contenidos deberían recibir beneficios por las obras que han lanzado al mercado. Pero este tipo de leyes va a contramano de las tendencias del mundo. Porque intentan retroceder en el tiempo: los bienes digitales no poseen las mismas características que los bienes materiales. Encontrar la forma de hacer valer los derechos de autor en estos tiempos es el gran desafío. Hacen falta buenas ideas, tal como en algún momento Apple ideó itunes y logro re transformar el mercado de la música que se iba a la debacle por la piratería. No es la solución criminalizar a los millones de ciudadanos alrededor del mundo que navegan por Internet y que en los últimos años gracias a la revolución Internet han podido acceder a un caudal de información, sonidos e imágenes como nunca en la historia de la humanidad. La costumbre es una fuente de derechos. Las costumbres de la sociedad están en continuo cambio. Los legisladores deben pensar leyes que se adapten a los tiempos actuales y que sean acordes a las tendencias sociales en el mundo. Las leyes antipiratería solo benefician a empresas e industrias que a cualquier precio buscan mantener el poder y evitar cualquier cambio.
Además, y al margen de los derechos de autor, estas leyes plantean un verdadero riesgo a las libertades personales y a los avances de organización y participación política de la sociedad que crecen año a año en la web. Con la excusa de la violación de derechos de autor, y amparados en leyes brutales como la mencionada SOPA, comisiones, jueces, o gobiernos pueden cerrar páginas y espacios sin explicar casi nada. Y hacer callar a personas o grupos que se han movilizado a favor de causas justas o en contra de los atropellos del poder. Recordar los movimientos de los indignados en España, la primavera árabe o las protestas en Wall Street. Que los derechos de los generadores de contenidos no sean la excusa para silenciar a muchos hombres y mujeres que alrededor del mundo han encontrado en Internet el único medio posible para organizarse para reclamar por sus derechos.
“Se está cruzando una línea y tenemos que proteger la Internet como un espacio abierto”, sostuvo Berners Lee sobre las leyes antipiratería. El creador de Internet entiende que el proyecto de ley SOPA plantea una amenaza a la libertad en la red: “Las leyes se han diseñado para permitir que un grupo industrial le pida al gobierno que cierre un sitio web y que el gobierno pueda hacerlo sin ningún juicio” “Hay ocasiones en las cuales esto puede ser muy poderoso y perjudicial-agregó-, como antes de unas elecciones”
Sobre la tarjeta SUBE
Un capítulo aparte merece la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Elctrónico) que hoy se reparte en Argentina. Tal como quedó demostrado en el ataque hacker que realizó el grupo Anonymous, que vulneró la página oficial de SUBE y publicó en una web un detalle de los viajes que realizaron mil usuarios en medios de transporte en los últimos días, los ciudadanos con la tarjeta SUBE pierden su intimidad. Al pagar el boleto de transporte, todos quedamos expuestos ante el poder administrador; que puede saber hacia dónde, a qué hora y en qué transporte viaja cada uno. ¿Por qué el estado, a través del órgano administrador, debe saber tanto de los ciudadanos?
Los hackers de Anonymous justificaron su ataque por la decisión del Gobierno de reclamar un documento que acredite la identidad del usuario como requisito ineludible para la distribución de las tarjetas. Anonymous exige que sean anónimas: "El proyecto de monedero virtual (SUBE) impuesto por el Gobierno argentino exige identificación por DNI cuando no es necesaria y luego rastrea cada uso de esta tarjeta, creando una base de datos del ir y venir de cada ciudadano", afirmaba Anonymous.
Tim Berners Lee en 2010 ya había señalado los peligros que conlleva la información sobre las personas que circula en la web. Como nunca en otro momento, hombres y mujeres se exponen y hacen públicas opiniones, acciones y declaraciones. ¿Qué riesgos genera esa situación frente a gobiernos o fuerzas de seguridad?: "Tendremos más cuidado porque habrá muchos más datos por la red-dijo Berners Lee-, y queremos que esos datos los puedan utilizar los amigos, el hospital o el seguro de enfermedad, pero no la policía" Tal vez aún la mayoría de la gente no ha tomado conciencia real sobre la importancia de preservar la intimidad y la vida privada. Pero tal como dice Berners Lee, hay que tener más cuidado y hacer valer nuestros derechos.
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