POR LA LIBERTAD |
No es fácil ser un insurrecto de Internet |
|
Hay muchos blogs que ofrecen recomendaciones para los llamados revolucionarios de Internet; apuntes que permiten descubrir todos los peligros que deben sortear esos jóvenes organizados para iniciar o llevar adelante una revuelta. En especial quiero destacar el blog IRevolution (http://irevolution.net/) y un post que lleva de título: “¿Cómo usar Facebook en regímenes totalitarios?”. En ese texto se puede leer que el gobierno de Egipto hackeaba las cuentas de Facebook de los revoltosos para acceder a sus contactos. O que el gobierno de Túnez hacía lo mismo hasta que directamente decidió intervenir esa red en el país. Aún más impactante es el relato sobre Sudán; el gobierno armó en Facebook un supuesto grupo de protesta y desde allí organizó una marcha. Miles de seguidores se sumaron al grupo y cuando llegaron a la marcha, la policía los esperaba para arrestarlos. Los jóvenes detenidos eran forzados a dar su clave en Facebook y su contraseña de mail para obtener así nuevos contactos de potenciales revoltosos.
A continuación algunas de las recomendaciones del post de Irevolution, que en gran medida aporta algo de astucia y algunos conocimientos sobre redes sociales para enfrentar de la mejor manera la vigilancia gubernamental: Tener dos perfiles de Facebook. Uno de ellos con la foto y el nombre real pero sin ningún tipo de información comprometida. Y otro con un nombre falso y que es el que realmente se va a usar. El primero es por si la persona es detenida: en ese caso, tiene algo creíble y no comprometido para ofrecer en un posible interrogatorio. Sin embargo, y ya que Facebook levanta todas las cuentas con nombre falso o anónimas, el post recomienda usar la red social Crabgrass que es más segura y admite perfiles anónimos. Según se señala en el texto, los activistas en general se pasan a esta red, porque Facebook hace más fácil el trabajo de los gobiernos con su política contraria al anonimato. También se recomienda la utilización de un navegador que no permite reconocer al usuario (Torproject, que oculta la dirección IP). También recuerda que antes de sumarse a cualquier grupo de protesta, siempre es muy importante tener pleno conocimiento de sus organizadores. Tal como ocurrió con los jóvenes de Sudán, la red puede ser una mecánica fácil de los gobiernos para detener a potenciales activistas.
Eugeni Morozov, un joven de Bielorusia que escrió el libro "The net delusion" (La desilusión de Internet) es muy claro: "Antes de la llegada de las redes sociales virtuales, los gobiernos represivos tenían que hacer un gran esfuerzo para averiguar cosas sobre la gente vinculada a los disidentes. Hoy, les basta con conectarse a Facebook". La situación se repite en todas las latitudes: en el marco de esta vigilancia de gobiernos represivos y de poderes varios, cada país genera un riesgo diferente en el uso de Internet. Diferentes artículos exponen algunos ejemplos; en América Latina, en México, los narcos usan las redes sociales para recopilar información sobre sus víctimas y los neofascistas rusos hacen lo mismo en su país.
Cabe recordar que hace algún tiempo uno de los inventores de Internet, Tim Berners Lee, predijo algo de lo que ocurre hoy. Dijo que todos los beneficios y las posibilidades que ofrecía Internet podían tener su lado oscuro si los estados lo utilizaban para intentar vigilar a los ciudadanos: "Los gobiernos totalitarios y democráticos están vigilando los hábitos online de las personas y así ponen en peligro importantes derechos humanos". Para terminar, una declaración de Berners Lee que sintetiza el bien a proteger: "La web es de los usuarios y es un recurso público. Se trata de un órgano vital para la democracia y un canal que hace posible la comunicación en el mundo"
{moscomment}