EN LA ALDEA GLOBAL
Los jóvenes, la comida y la Internet

Planeta Tierra y marcha en EgiptoPor: Sebastián Di Domenica.  El mundo mira a Egipto. Allí desde hace dos semanas miles y miles de jóvenes se movilizan de manera espontánea para sacar del poder a un presidente, Hosni Mubarak, que lleva treinta años en el cargo. Según dicen las noticias, Internet y las redes sociales han ocupado un rol de gran importancia en la movilización; porque fue a partir de consignas lanzadas desde Facebook y Twitter que se pusieron en marcha los jóvenes egipcios. Pero hay que recalcar que el gran motor de la avanzada fue la clase media y la clase media alta, y que luego se sumó el resto. El puntapié inicial fueron aquellos que tienen más posibilidades de acceder a la tecnología y que utilizan todos los días redes sociales, y que tal vez cuentan con un celular inteligente. Son esos jóvenes con acceso y manejo de la tecnología los que tienen el poder potencial en el mundo: conocen las herramientas, las llevan encima, y tienen una gran capacidad de convocatoria y movilización si van detrás de intereses compartidos por la mayoría. Pero ojo, todavía no son la mayoría. Pero pueden llegar a serlo. Algunos datos estadísticos de Egipto reflejan la situación: 16 millones de usuarios de Internet y 74 millones de usuarios de teléfonos celulares en un país de 84 millones de habitantes con un 40 por ciento de pobreza, un 30 por ciento de desocupación y un 30 por ciento de analfabetismo. ¿Qué puede llegar a pasar en un país como Egipto cuando esos 74 millones que hoy cuentan solo con un celular, en muchos casos el primer acceso a la telefonía en sus vidas, finalmente accedan a Internet y al poder de convocatoria de las redes sociales? El poder de la gente será inmenso. Y las mayorías tendrán la última palabra. ¿Llegará ese día? Por el momento, cabe también hacer foco en otras dos realidades globales: juventud y alimentos.

Muchos jóvenes
 
Cifras impactantes: la primera reunión del 2011 del Fondo de Población de las Naciones Unidas expuso cifras impactantes sobre todos los que somos hoy en el planeta tierra. En el mundo convivimos y transitamos 7 mil millones de almas, de las cuales, el 42 por ciento (cerca de 3 mil millones) tienen menos de 25 años; el 90 por ciento de esos menores de 25 vive en países en desarrollo como Egipto, Argentina o México. Es decir; los jóvenes son miles de millones en todo el mundo; son una parte central en la torta total de la población del planeta, pero la mayoría de esos jóvenes forman parte de países en los que sufren carencias, conflictos, pobreza, falta de salud, etc. Al igual que en Egipto, en cualquier momento pueden ponerse de acuerdo desde Internet. ¿Qué va a pasar ese día? Tal vez no falta tanto. Por ahora no pueden, porque la brecha digital no se los permite. Además,  están ocupados en la búsqueda de condiciones básicas mínimas de vida. Están ocupados en la búsqueda de alimentos para ellos y para sus hijos.
 
La crisis de la comida
 
El tema de los alimentos debe ser un aspecto central de cualquier análisis global. La comida y las materias primas para elaborar comida mantienen una escalada de precios de manera constante desde hace varios años. Según explicaba el ex ministro de Economía, Martín Lousteau, en su última columna en La Nación.com, “el motor más importante del alza está relacionado con el incremento de la demanda global”; el crecimiento económico de países densamente poblados como China e India, las migraciones hacia las ciudades, el aumento del ingreso y la reducción de la indigencia. Lousteau entiende que movilizaciones como la de Egipto o Túnez tienen relación directa con la crisis de los alimentos. Personas pobres, y también de clase media, descubren en Egipto y en otros países del planeta que cada día se necesita más para comprar la comida diaria. Asalariados o trabajadores informales ven diluidos sus escasos ingresos en los gastos para la alimentación de la familia. La situación puede ser beneficiosa para países productores de alimentos, como Argentina, pero obliga a pensar en esos miles de millones de jóvenes que pueden acceder a Facebook, pero les es cada vez más difícil tener un plato de alimento de calidad en la mesa. “La suba del precio de los alimentos va a poner al mundo frente a desafíos mayúsculos en un futuro no muy lejano-concluye Lousteau-. Ya no se trata sólo de cómo producir más sino también de cómo cubrir a las poblaciones más vulnerables”

Ciudades de furia
 
Para finalizar, cabe decir que también hay tener en cuenta otro dato del informe de Naciones Unidas: el gran crecimiento de la población urbana. Hasta 1960, uno de cada tres vivía en ciudades; hoy es uno de cada dos; y en 2045 serán dos de cada tres. En las ciudades está todo y todos mezclados: indigentes, pobres, ricos, jóvenes, viejos, platos gourmet, pizzas, polenta. En las ciudades nos vemos las caras. Como ocurrió en Egipto, en las ciudades de los próximos años, la movilización puede llegar a ser espontánea, multitudinaria y puede llegar a cambiar todo. ¿Llegará ese día?

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