ENTRE LA LUNA Y LA PANTALLA |
Del Apollo 11 a la Web 2.0 |
Por: Sebastián Di Domenica. Cuando ocurrió aún no había nacido. Sin embargo, me lo han repetido hasta el cansancio. Fue la noticia más impresionante de toda la historia: la llegada del hombre a la luna. Un pequeño módulo llamado Eagle toca el suelo lunar, Neil Amstrong y Edwin Buzz Aldrin caminan por esa superficie extraña, y luego de unas horas, se suben nuevamente al módulo, y regresan a la tierra. Antes del regreso tuvieron que ensamblar el Eagle a la nave de mando que comandaba Michael Collins a 110 kilómetros de altura de la superficie lunar. Increible. Así contado parece simple. Pero nada más alejado, toda la ingeniería disponible y toda la creatividad posible habían sido dispuestas para lograr esta gran epopeya de la humanidad. Ya pasaron 40 años y todavía el relato parece formar parte de una película de ciencia ficción. La luna sigue allí y los seres humanos desde aquí la observan. En las calles y en los variados rincones mundanos, hombres y mujeres sufren y se preocupan por la crisis económica, el cambio climático, la gripe a, la pobreza o el hambre. Intentan ser felices y cuando pueden miran a la luna. La tecnología avanzó de manera impresionante desde los 60´s. La generalización de internet era impensada en aquellos años. Sin embargo, pese a los avances, hoy la luna parece más lejana. ¿Qué nos queda de aquella aventura en esta época de la web 2.0? |
La búsqueda del término Apolo 11 en You Tube nos ofrece una variedad de imágenes y videos de todo tipo. Podemos encontrar el fragmento de la caminata lunar de Aldrin de aquella noche del 20 de julio de 1969, o supuestas pruebas del contacto extraterrestre que tuvieron los astronautas durante la caminata. Más allá de la baja calidad de las imágenes, los recortes en video describen a la perfección la gran aventura que fue ese viaje. El avance que significó llegar a la luna tuvo que ver con crear, arriesgar, poner el cuerpo, llegar, tocar, mirar y volver para contar. Era un avance de la humanidad en conjunto para el descubrimiento de lo nuevo y en la búsqueda de otros horizontes.
En cuatro décadas, los avances tecnológicos han sido muy importantes. Internet, y tantos otros adelantos están entre nosotros y son herramientas al alcance de cientos de millones de personas en todo el mundo. Facilitan, acercan, informan, conectan, y más. Sin embargo, mientras la tecnología torpe del Apollo 11, hizo posible una epopeya de equipo para toda la humanidad, los avances de hoy no siempre animan a poner el cuerpo. El hombre frente a la computadora puede acceder a mucha información, incluso a través de Google Moon puede acceder a la geografía lunar y a los rincones que visitaron los astronautas. Pero en los hechos ese hombre está sólo e inmóvil frente a una pantalla de luz. Inmóvil y sólo frente a la máquina. Tal vez, en algún momento, sentado frente a esa pantalla y conectado con cualquier parte del mundo, ese hombre decida mirar a la luna. Tan lejana y tan misteriosa como siempre.
La semana pasada, en un especial por los cuarenta años del alunizaje, la revista Viva de Clarín publicó una entrevista a Ray Bradbury. Dejando de lado su tendencia política (en la nota eligió a Reagan como el mejor presidente de Estados Unidos y habló de manera comnfusa sobre Obama), el autor de Crónicas Marcianas, con una mirada optimista sobre la humanidad, habló del Apolo 11 con inmensa emoción y perfecta valoración. A su vez, menospreció algunos aspectos de internet y del E book. Quiero transcribir aquí algunos de los fragmentos que invitan a la reflexión: Sobre llegar a la luna: "Fue el día más importante en un millón de años. Miramos hacia allí desde que vivíamos en cuevas y ahora sabemos que llegamos, que podemos estar ahí". Sobre los viajes espaciales: "Nuestro futuro descansa en Marte, en colonizarlo por cien o doscientos años. Después deberíamos largarnos al Universo y encontrar otros planetas para poblarlos para que la vida continúe para siempre." Para finalizar, la escéptica y terminante opinión de Bradbury sobre los E Books: "hace tres semanas me llamaron de Yahoo porque querían subir uno de mis libros a Internet. ¿Sabe lo que le dije? 'Escuchame bien: Al diablo con vos y al diablo con todos ustedes' Eso mismo pienso del E book. No son libros"
{moscomment}