BUENAS Y MALAS DEL PROSELITISMO EN INTERNET |
¿Quién le teme a la cibercampaña? |
Por: Sebastián Di Domenica. La campaña política está en su momento de mayor efervescencia en Argentina; y cada partido o cada candidato intenta en mayor o menor medida hacer uso de la red para lograr resultados electorales. Basta poner en Google el nombre de algún candidato y los resultados quedan a la vista. Las herramientas están allí; al alcance de la mano para asesores o militantes. Son casi todas gratuitas. Blogs, Youtube, twitter, facebook, wikipedia y más. Por supuesto, hacer una gran estrategia en Internet requiere de colaboradores, técnicos, diseñadores e informáticos. Sin embargo, con imaginación y entusiasmo cualquier militante con iniciativa puede armar una vidriera en la red para cualquier político de primera o de segunda línea. Luego de armar el espacio, resta sumar adeptos, invitar a otros militantes y esperar algún comentario para el debate. En tanto, en el mundo de los blogs y en los foros de los diarios se cocina el ámbito más propicio para la opinión y la crítica. |
Una nota reciente del diario El País analizó en detalle los avances de la militancia y la participación política en la red. En ese artículo, el autor recalcaba la importancia de estos cambios y señalaba que los mismos plantean una nueva forma de hacer política. De manera optimista y promisoria en el texto se afirmaban posiciones como la que sigue: “No hablamos de tecnología. Hablamos de la política del futuro, de repensarla”
Sin duda, y como dice ese autor, la red plantea posibilidades interesantes para generar cambios en la militancia y en la participación. ¿Pero se debe ser tan optimista según lo que se observa hasta el momento? La mencionada nota del diario español también informaba sobre la dudas de algunos dirigentes: “existe el recelo mal disimulado de que tanto hervor digital sea una moda, esté vacío de contenido político y sea prisionero de nuevos y elitistas dogmáticos que acaben ampliando la brecha digital”
¿La cibermilitancia puede ser una moda? ¿Tiene contenido político real? ¿Puede dejar relegada a una gran mayoría? Las preguntas aún no tienen respuestas. Por el momento, y en el ámbito local se pueden observar algunos aspectos positivos y otros negativos del fenómeno:
1-Para el votante desinformado, Internet puede ser de mucha utilidad. Se puede acceder a una inmensa cantidad de información sobre los candidatos. Basta tomarse el trabajo.
2-Internet también es ideal para aquellos que quieren conocer las actividades de los candidatos. Agendas, facebook y twitter permiten hacer un seguimiento virtual en todo momento de las campañas.
3-En las páginas de los candidatos y en las de los diferentes partidos, también en las redes sociales, hay espacio para dejar consultas o mensajes. Y de alguna manera, se plantea un acercamiento virtual entre la gente y el candidato. Por ahora ese acercamiento es muy superficial. Estos ámbitos virtuales partidarios son los más apropiados para exponer mensajes de apoyo o preguntas simples de simpatizantes o seguidores.
4-Los ámbitos más ricos de opinión y crítica se generan en los comentarios de los diarios informativos y en los blogs. Allí si hay espacio real para la crítica y la opinión de la gente. Por supuesto, en general, desde el anonimato y con un tono ultra violento. Sin duda, muchos comentarios son muy valiosos y suman al concierto de voces de un democracia; pero su carácter masivo, anónimo y excesivamente agresivo, en ocasiones los hace poco convincentes.
5-Sobre la participación política desde Internet, la misma no tiene sentido si en algún momento no lleva a la persona hasta un comité, una unidad básica o a cualquier otro ámbito presencial. En lo local y en la actualidad, se observa en diferentes páginas de partidos un trabajo destacado para la búsqueda de fiscales y voluntarios desde la red. Una buena señal sería si gracias a lo virtual surge una cosecha numerosa de voluntades para fiscalizar las elecciones. Obama fue un triunfador desde Internet porque logró desde la red movilizar y comprometer a la gente hacia la política presencial.
6-Entre los aspectos a favor de la información política en la red se destaca la posibilidad de multiplicar por miles los videos de los candidatos. Aquellos que salen en la TV o los que son publicados por ellos mismos. Verlos una y otra vez permiten estudiar más a la persona y decidir mejor el voto. Además, imágenes de programas de TV que exponen errores o sospechas en relación al candidato, se multiplican en blogs y cadenas de mails y pueden cambiar decisiones y resultados de elecciones.
7-Por último, también cabe decir que los contenidos de políticos en la red pueden llegar a ofrecer una gran cantidad de mensajes superficiales; y así alejar a la gente de interrogantes, del verdadero debate o de demandas de fondo. Es decir, los espejos de colores de internet pueden multiplicar hasta el cansancio slogans de campaña, monólogos aburridos, afirmaciones sin repreguntas y un discurso publicitario vacío. Y convertir a la red no en un espacio de participación, sino en un ámbito de pura exposición.
En síntesis, la red por ahora ofrece para la política mucha información, herramientas de participación con potencial, y el sueño de más democracia. Lo que sigue, está por verse.
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