FENÓMENO MUNDIAL
Revolución celular: cielo e infierno

Publicidad de celulares con Beckhamboom del celular en AfricaPor: Sebastián Di Domenica. El teléfono celular o móvil ya forma parte de nuestras costumbres y es una realidad cotidiana más. Está integrado a la vida de millones de personas -algunos aún se niegan- para bien o para mal. Al igual que aparatos como la televisión, la computadora o el lavarropas, el celular parece ser imprescindible. En menos de veinte años en Argentina pasó de ser un lujo a un adelanto que se ha generalizado por completo, incluso a las clases con mayores carencias. Para mucha gente que no tiene acceso a Internet o a una computadora el teléfono móvil es el único contacto posible con las nuevas tecnologías de la información. La generalización de este invento y el acceso a sus diferentes utilidades entre los sectores más castigados por el sistema es, sin duda,  la cara más luminosa de este fenómeno. Pero más allá del boom, ¿existen consecuencias negativas frente a la multiplicación millonaria de estos aparatos? ¿Usted sabe qué es y cómo se consigue el coltan, la aleación de dos minerales que permite la conductividad para el funcionamiento de un teléfono móvil? Muy lejos de Argentina, exactamente en el Congo, Africa, el furor mundial por los teléfonos móviles desde hace varios años genera una cruenta catástrofe humanitaria.

Argentina Celular

Hace algunas semanas, el suplemento IEco del Diario Clarín publicó una nota con el siguiente título: El celular de los pobres. En el artículo se ofrecían variadas cifras sobre la expansión del teléfono celular en Argentina entre los sectores de más bajos recursos. Las cifras, que fueron tomadas del estudio “Pobreza y telefonía móvil en América Latina”, ofrecía datos como los que siguen: En Argentina 33 millones de teléfonos móviles están en uso, 7 de cada 10 personas de bajos ingresos posee al menos un celular, 74 por ciento de los usuarios más pobres prefieren el sistema prepago.

El artículo señalaba los aspectos positivos de la masificación de esta tecnología. Uno de los testimonios de Hernán Galperín (uno de los autores del informe) es muy ilustrativo: “Aunque no se use mucho (en promedio, sólo realizan una llamada diaria o menos) saber que se puede contactar a un familiar o a un amigo en una situación de emergencia, o para avisar de eventuales demoras, es muy importante” En paralelo con los beneficios, el informe también explicaba que los más pobres, aquellos que utilizan el sistema prepago, pagan el servicio un 25 por ciento más que los que utilizan el abono con factura. Es decir, el fenómeno ha acercado la tecnología de la comunicación a mucha gente que no accedía ni a un teléfono fijo, pero en los hechos, pagan el minuto mucho más caro que aquellos que poseen más poder adquisitivo.

Planeta Celular

Los beneficios de la masificación de los teléfonos móviles no sólo se observa en la Argentina. Todo lo contrario. El fenómeno ya se palpa en todos los rincones del mundo y así lo afirma la Organización de las Naciones Unidas.

Un informe de la UN señala que estos teléfonos están ayudando a disminuir la brecha digital y que los usuarios se han triplicado en los países en vías de desarrollo en los últimos cinco años: representan el 58 por ciento de los usuarios en todo el mundo. En total, se estima que ya hay unas 3000 millones de personas con celular (los usuarios de Internet no llegan ni a la mitad de esa cifra), y en zonas con graves déficits como África, Naciones Unidas sostiene que esta tecnología puede mejorar la calidad de vida de la población en general.

El móvil de Argentina al Congo

Todos los días lo prendemos, lo llevamos, lo miramos y lo escuchamos. El celular está todo el día ahí. Pero más allá de las costumbres, y del uso concreto que le da cada uno, seguramente son muy pocos los que se detienen a pensar en el interior y en la mecánica de ese extendido aparato. Para todos aquellos que lo desconocen, paso a informar (el dato lo tomé de una excelente revista de comunicación llamada El Alambre). Adentro de los celulares se encuentra un elemento que se llama coltan, denominación usual de la aleación de dos minerales: Columbita (col) + Tantalita (tan). Este material es vital para fabricar aparatos electrónicos como videojuegos, celulares o equipos de diagnóstico médico. El 60 por ciento del total de su extracción y comercialización se destina a fabricar condensadores para teléfonos móviles y, según se señala, no se puede reemplazar por otra cosa.

El 80 por ciento de la producción mundial de coltan viene del Congo en Africa. Las maravillas de la revolución celular en el mundo le generan a este país muchos problemas que agravan la situación de extrema pobreza en la que vive. Según se señala en la nota de la mencionada revista: “las disputas por el control de la producción del coltan están generando cruentas catástrofes humanitarias desde hace más de una década en ese país. Se estima que sólo en la región operan 23 grupos armados y todos van detrás de lo mismo: la riqueza mineral.” Además, muchos de los mineros que extraen el coltan son niños (por la habilidad para meterse en los pequeños huecos de los que se extrae) y se calcula que por cada kilo de coltan mueren entre dos y tres niños africanos.

En síntesis, en el mundo se generaliza el uso del teléfono celular. Tecnología de avanzada se extiende a rincones impensados en los que no llega ni el transporte ni la luz eléctrica. El fenómeno plantea una verdadera revolución ya que le acerca la tecnología a más de la mitad de todos los seres que habitan el planeta. Pero mientras millones de personas disfrutan de estos avances, un país pobre de Africa sufre una verdadera tragedia ligada a la explotación del mineral necesario para hacer los celulares.

Mañana millones de personas encenderán sus teléfonos móviles para disfrutar de todas las posibilidades que les ofrece. Muy pocos pensarán en el coltan que le da vida a ese aparato, y mucho menos pensarán en los niños congoleños que sufren la guerra, la pobreza y la muerte por haber nacido en donde se encuentra ese elemento vital en la era de las comunicaciones y los teléfonos móviles.

{moscomment}