VIDA EN FRENTE DE LA PANTALLA |
¿Vivos o muertos en Internet? |
Por: Sebastián Di Domenica. ¿Qué se nos escapa de la vida real cuando estamos en frente de la pantalla de la computadora? ¿Qué perdemos de la vida de carne y hueso en esta época de realidad virtual? ¿Son los chicos los más perjudicados y los más expuestos a los puntos débiles de estas nuevas facilidades tecnológicas? Hace algunas semanas, el canal alemán Deutsche Welle emitió un documental muy interesante sobre carteros en Alemania. La película abordaba la historia y las problemáticas de tres empleados del correo de aquel país, en esta época en la que el envío de cartas en papel disminuye, y cuando la mayoría se inclina al envío de misivas y mensajes por medios electrónicos. |
En un fragmento del informe, en las oficinas del correo y antes de salir a la recorrida, uno de los carteros retratados se ocupaba de clasificar las cartas por calles y barrios. El hombre, que demostraba hacer su trabajo con gusto, señalaba que en esa instancia de clasificación las calles eran solo un casillero, pero que luego, en la recorrida, la frialdad y el aburrimiento de la oficina, se transformaba: "Las calles están llenas de vida", afirmaba el empleado postal.
El viaje de una carta
La imagen del cartero entregando casa por casa las cartas y los envíos; y una persona que en mano recibe un sobre en papel que viajó desde lejos y que contiene un mensaje en su interior, parece cada vez más raro. Son imágenes que se alejan por completo del mundo electrónico que nos toca vivir. Hoy estamos en frente de la pantalla y desde allí nos comunicamos y nos informamos sin límites.
Vida real y vida en frente de la pantalla
Nadie puede negar las maravillosas facilidades que ofrece la Internet, y las variadas y extraordinarias posibilidades que generan estas nuevas herramientas de comunicación tecnológica. Pero también es importante señalar, como decía el cartero, que "las calles están llenas de vida" y esa vida es muy difícil de trasladar a la pantalla. El tiempo en frente del monitor de la computadora le quitó tiempo a la otra pantalla, a la de la televisión. Pero entre la televisión y la computadora, ¿cuánto tiempo le quitamos a la vida de carne y hueso o a esas calles llenas de vida?
Periodista de calle
Hace algún tiempo desde esta columna se planteaba la disminución de la calidad periodística a partir de los nuevos medios on line. Cualquier estudiante de periodismo sabe que la mejor tarea se hace de cara al entrevistado, en la calle en búsqueda de historias, en diálogo con una fuente o en el hallazgo de un archivo en una biblioteca. Nuevamente, nadie niega los inmensos beneficios de las nuevas tecnologías para el ejercicio del periodismo, pero si este se hace sólo desde las herramientas, desde Internet, en frente de la pantalla de la computadora y lejos de la calle, el resultado disminuye y la experiencia es completamente distinta.
Niños en Internet: muy expuestos
Los niños actuales que nacieron a la luz de la pantalla de la computadora sin dudas son los más expuestos a los excesos en el uso de estas herramientas tecnológicas. Excesos que pueden significar una disminución de las experiencias personales, el aislamiento del resto de la sociedad y la exposición a los diferentes peligros que presenta el mundo on line.
En relación a este tema y para terminar quiero recomendar en You Tube dos publicidades brillantes que ha lanzado la Unión Europea para la protección de los niños en relación al uso de Internet y las computadoras. La primera tiene como protagonista a un niño en estado catatónico (esta columna se ilustra con una imagen de esa publicidad), que en ese estado, participa de un partido de fútbol, le da un beso a una chica o cena con su familia. El final plantea la problemática del abuso de la tecnología. La segunda presenta a una madre que abre la puerta de su casa y personajes muy peligrosos preguntan por el hijo. Duran un minuto cada una y vale la pena verlas. Sirven para pensar y analizar los tiempos que corren y algunos peligros que se presentan.
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