EFECTOS SECUNDARIOS EN LA ERA DE LA INFORMACIÓN |
Periodistas, locos y extraterrestres |
Por: Sebastián Di Domenica. El último fin de semana, el diario Página 12 publicó dos entrevistas a escritores. Una al mexicano Juan Villoro, escrita por el Hipercrítico Julián Gorodischer y otra al polaco Tomasz Piatek, escrita por Silvina Friera. Las dos charlas de manera directa o indirecta se ocuparon de la tarea periodística, de la información y la observación. De un extremo al otro, mientras Piatek habló de la locura que provoca el exceso de información; Juan Villoro describió al buen cronista como un extraterrestre que recién llega al planeta. |
Ambas afirmaciones son de interés por diferentes motivos. La primera sirve para ilustrar en extremo la situación que genera en la gente las nuevas tecnologías de la comunicación, Internet y la variedad de opciones que ofrece este nuevo escenario. Mientras que Villoro aporta el valor de la observación y la mirada virgen, más allá de las pantallas y el mundo digital.
Piatek en la nota señala lo siguiente: “mientras trabajaba como periodista estuve cerca de la locura, porque recibía demasiada información. Después leí que el periodismo es el oficio en el que más aparece la depresión, por la imposibilidad de metabolizar tanta información. El periodismo es destructivo para el periodista. Y no es ético. Porque no es ético consignar información que uno no pueda vivir, verificar, sentir. La esencia de nuestra vida es lo que sentimos.”
La opinión de este escritor es muy discutible, en especial en lo referido a la ética. Sin embargo, plantea una problemática real en la era de Internet. Al igual que los periodistas, la gente común tiene posibilidades de acceder a grandes cantidades de información. ¿Qué hace frente a tanta información? Tal como señala Piatek, frente al exceso de datos y escasez de acción, una de las posibilidades es el mareo, el agobio y hasta la locura.
La otra opción es la del buen cronista. La que plantea Villoro quien señala lo siguiente: “El buen cronista es siempre un extraterrestre recién aterrizado que ve algo con novedad. Debes hacer el ejercicio de buscar la novedad en la calle en la que vives. El genio del buen cronista es saber desplazar su mirada a cómo lo ven los demás. Me resulta muy sugerente cuando un amigo me dice algo sobre el territorio que compartimos.”
Es decir, mientras Piatek planeta un problema real de hoy, Villoro ofrece su testimonio de cronista. Muy válido en los tiempos que corren, porque más allá de la inmensidad de los datos y de los ofrecimientos del mundo digital y la pantalla, siempre existe la posibilidad de volver a la mirada de niño o de extranjero que en la calle que mira todos los días decubre una novedad o algo nuevo, más allá de lo que ven todos. El buen cronista que describe Villoro es una buena opción para preservarse del vértigo de la información.
El fenómeno de la hiperinformación que Piatek describió de manera extrema, ya se empieza a estudiar y a analizar en muchos lugares. Se lo llama “Síndrome de fatiga de información”, y según señalan, produce estrés, irritabilidad, ansiedad, pérdida de apetito e insomnio.
Tener acceso a mucha información, poder ocupar el rol de emisor y de receptor, acceder a vías de comunicación inéditas y atravesar fronteras desde un solo click tiene infinidad de beneficios. Pero también parece tener muchos efectos secundarios. ¿Alguna vez alguien deseará nuevamente tener acceso únicamente a la información limitada que nos llegaba hace dos décadas? ¿El exceso de información ayuda a tomar decisiones o puede llegar a agobiar?
Para los que añoran el pasado, sepan que no hay vuelta atrás. Estamos en el futuro y hay que afrontarlo tal cual es. Por lo tanto, el testimonio del escritor y cronista Juan Villoro puede ser una de las vacunas en contra de esos efectos secundarios. Salir a la calle de todos los días, y como un extraterrestre recién aterrizado, observar el mundo como el primer día.
{moscomment}