EL PERIODISTA MÁS INTOLERANTE DE LA ARGENTINA II (UNA PARODIA) |
¿Belgrano era metrosexual? |
Por Gary Palomar (Los editores de Hipercrítico no se responsabilizan por los comentarios vertidos como vómito en el texto que sigue a continuación. Piden, de antemano, disculpas a la honorable descendencia del general Manuel Belgrano por sus potenciales agravios, aclaran que los insultos han sido debidamente cubiertos y reconocen que el señor Palomar afortunadamente no es miembro estable del staff de este sitio. Sus columnas sólo aparecen de tanto en tanto, cuando no hay nada mejor para publicar). |
Oyente: Hola Gary, recontra mil ídolo. Mi nombre es Pamela. Tengo un campo en Saladillo, donde sembramos de todo y nos abastecemos a nosotros mismos. Te cuento: el paro acá no nos afecta. No necesitamos camiones, ni retenciones. Ni nada. Nos arreglamos solos. Yo creo que la gente debería…
Gary: ¿Qué medidas tenés?
Oyente: ¿El campo? Una hectárea y media.
Gary: No, ¿qué medidas tenés vos?
Oyente: Uf, hace tanto que no me las tomo, pero debo andar por los 100.
Gary: Ajá.
Oyente: 80.
Gary: Mmm.
Oyente: Y 150.
Gary: Mirá, Pamela, seguí comiendo verdurita en tu campo hippie en la loma del orto, así la próxima vez que llames vas a tener medidas, aunque sea, humanas. Vamos con otra llamada.
Quiero reflexionar en esta columna sobre un hecho importante que nos concierne a todos. Hablando de reflexionar, no se puede entender por qué carajo en la Argentina, la gente reflexiva no tiene pueblo, no tiene campo. ¿Nacieron de un repollito, nacieron en un baño sucio y contaminado de la universidad pública? Yo me recibí en la calle y soy uno de los pocos que puede decir: me hice de abajo. Cuando yo era chico mis padres vivían en un sótano, y gracias a la fidelidad de un primitivo video porno casero, llegué a la conclusión de que me hicieron ahí. Pero como les decía, quiero hacer un llamado a la reflexión. Hay un problema que requiere de inmediata solución en esta ilustre semana de la Bandera.
Si estamos como estamos, si no podemos tomarnos seriamente como país, si a cada presidente se lo trata como a un paparulo, es porque tenemos un héroe de la patria como Manuel Belgrano, el prócer de los metro sexuales. Piénselo: ¿no es demasiado m… para darle un feriado? Por otra parte, crear una bandera celeste y blanca, inspirándose en el cielo, tampoco va a decir que, además de m…, Belgrano tenía muchas luces como artista.
Y además, ¿por qué seguimos cagándole la vida a miles y miles de alumnos que ven su retrato con esas calzas que le marcan tanto el bulto? ¿Por qué no le adjudicamos la bandera al sargento Cabral que era un hombre de pelo en pecho tan valiente que ya rayaba la boludez?
Oyente: Señor Palomar, mi nombre es Silvio. Estuve escuchando atentamente sus opiniones sobre el general Belgrano y debo decirle que son claramente homofóbicas. Y una falta de respeto para uno de los prohombres de la patria. No entiendo cómo pueden darle espacio en un medio tan importante a alguien como usted.
Gary: Por el tonito aflautado que ponés, Silvito, seguro que ahora mismo andás en calzas.
Oyente: Discúlpeme eso es claramente difamatorio. Le advierto que me tomé el trabajo de grabar este programa para ponerlo en manos de mi abogado.
Gary: Me imagino las cosas que debés poner en manos de tu abogado. Dejá de leer a Felipe Pigna, pibe. Hacete macho, como San Martín.
Por mucho que intentaran encubrirlo los pintores de la época, hasta con patillas Belgrano quedaba t… Sus defensores insisten en que el creador de la bandera –vamos a dejar de decir esto de una vez por todas-, insisten en que este atildado general –atildado es la forma que tenían los historiadores prudentes de llamar a los m…- solamente tenía una voz aflautada, de ahí viene la mala fama, cuando por lo demás era tan varonil que daban ganas de probarlo en la 3ra de Platense. Pero estas son pavadas de fanáticos.
¿Sabe cómo se llama el instituto que cuida hoy en día su legado? Instituto Nacional Belgraniano. Dígame si eso suena más a una institución que vela por un padre de la patria o a una culminación del esfínter. Además, lo crearon en 1944 las Damas Patricias, lo cual, conociendo al personaje resulta muy lógico.
La historia está plagada de errores. Los libros dan por hecho que en la revolución de Mayo, Belgrano fue nombrado vocal. Y aquí hay un error de tipeo que jamás fue subsanado. En verdad, a Belgrano no lo nombraron vocal. Lo nombran bucal. Y, uno no puede dar explicaciones sobre los motivos de este nombramiento, sin ponerse un poco porno.
Oyente: Gary, genio. Sos un groso. Te habla Rafael, de Escalada. Yo coincido plenamente con vos. No hay que darle el nombre de prócer a cualquiera, loco. (Se pone a cantar). “O, le, lé, o, la lá, Belgrano se la come, Sarmiento se la da”. Porque yo soy pro Sarmiento, Gary. Sarmiento era lo más. Pelado, feo. Y tenía esas manos gordas que se debía hacer unas pajas terribles. Aguante, Sarmiento loco.
Gary: ¿Qué edad tenés vos, Raúl?
Oyente: Rafael, Gary, tengo 41.
Gary: ¿Y qué andás haciendo ahora?
Oyente: Vinieron unos amigos a jugar a la Play Station y a escucharte a vos.
Gary: Raúl querido, por jeropas como vos, estamos como estamos. Belgrano será t…, pero al menos hizo una bandera. Vos no podés hacer ni un repasador.
Vamos a decirlo con franqueza: de militar, Belgrano tampoco tenía mucho. Él mismo lo admitía. Pero, por extrañas razones que aquí las relacionamos con su carácter m…, reconocía que disfrutaba poniéndose el traje militar. De las cuatro batallas más importantes que encabezó, el bucal ganó dos y perdió otras dos. Por si le quedaba alguna duda, en 1794 el Consulado de Comercio de Bs.As. lo nombró secretario “perpetuo”. Sólo a un c… como margarita lo pueden nombrar secretario para toda la eternidad.
Eso sí, nadie puede quitarle una cosa. Es el padre nacional del yachting, pues fundó la primera Escuela Náutica de la Argentina. Y además es uno de los impulsores del Regimiento de los Patricios: altos, bien vestidos, con el bulto en flor y que no sirven para nada en absoluto. Los patricios son los Benito Fernández de la milicia. Pero apenas fue nombrado jefe de los Patricios, el regimiento se le rebeló. A este episodio, se lo conoció como el Motín de las Trenzas, nombre que le sentaba muy bien. Luego de algunos tiros, al final, el regimiento lo aceptó. Un viejo patricio explicó las razones de este cambio de actitud: “Belgrano con sus inmaculadas calzas blancas, empezó a ser seguido por todos nosotros. En especial, seguido de atrás”.
Ahora bien, querido público, sabido este nuevo panorama de la historia, la próxima vez que suenen los acordes del himno a la bandera, ábrase la camisa a lo macho y cántele a Cabral. Y si alguien se queja. No le dé pelota. Seguro que tiene las calzas puestas.
Y antes de retirarme quiero dejarle una frase para que piense al calor de las luchas con el campo:
“No hay peor paro, que el paro cardíaco”.
Hasta la semana próxima.
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