tonto y retonto

Por Cicco. Acaban de hacer uno de los anuncios del año que más me emocionaron: “Tonto y retonto” tendrá su segunda parte. Así es amigos, el año próximo se cumplen 20 años del estreno de la primera y en este preciso instante se graba la continuación de esta obra magna de la comedia, protagonizada por Jim Carrey y Jeff Daniels, una de las primeras pegadas de los hermanos Farrelly. Cómo no conmoverse hasta las lágrimas, ¿no cree?

 

Estrenaron años atrás, una aparente precuela de “Tonto y re tonto” con otros actores y otro director. Pero fue una frustración tan grande y una ofensa tan ofensiva a los fanáticos de la peli original que, en protesta, decidí no verla. ¿A quién se le ocurre semejante cosa? Es como que alguien te diga: “¿Así que te gusta la milanesa? Bueno, te daremos este pan para que los hagas polvo y esta rata para que la uses de relleno”. Queremos milanesa. No queremos ratas.

Es por eso que, el comentario de Carrey desde su cuenta de Twitter anunciando la vuelta de Harry y Lloyd y una foto del rodaje, me hizo sacar la carilina y secarme los lagrimones. Pensaba que era el único idiota que tenía a “Tonto y re tonto” en lo más alto de su favoritismo, pero descubrí, en un sondeo con guionistas estrellas, que, también ellos, consideraban a la historia de estos dos dementes como uno de los mejores libretos en la historia del cine.

La peli no es sólo una metralla de gags de dos idiotas. Es un despliegue en la vida de dos inimputables. Lloyd y Harry están fuera del mundo, sus mentes transitan un mundo paralelo del mismo modo que el personaje de Zach Galifianakis en la trilogía de “Qué pasó ayer”. Ellos le venden un canarito muerto a un niño no vidente. Celebran el negocio cuando dan una camioneta a cambio de una moto reventada. Y se suenan la nariz con billetes de cien dólares. Lloyd y Harry no son de este planeta. Vivimos con las narices tan hundidas en las miserias y apioladas del mundo, que a veces, sólo basta con dos descerebrados para mostrarnos que ser inocente es una cualidad hermosa. Bueno, no vamos a ponernos filosóficos aquí.

La idea de hacer una continuación fue del propio Carrey, quien contactó a los hermanos Farrelly, directores y autores de la primera. Y le llevó dos años convencer a un estudio para que pusiera la plata y arrancar la filmación. “Jim siempre estuvo en contra de las secuelas, y es entendible. Pero cumplió 50 y eso puede suavizarte un poco y de pronto se dijo: ‘Vamos a divertirnos, dale’. Y dijimos: “Genial”, contó Daniels, quien interpreta a Harry, y acaba de ganar un Emmy por su rol en “The newsroom”. Los Farrelly se propusieron no hacer una película taquillera. Al contrario: quieren llevar la idea original aún más allá de los límites. “Pienso que lo lograron”, jura Daniels. “Hay algunas cosas que estamos haciendo en la secuela que van a hacer que la escena del inodoro de la original, parezca una pavada”. Se viene la 2 en el 2014. Y para amenizar la espera, la famosa escena del inodoro. Tontísima, como debe ser.