HAY (OTRO) CANDIDATO |
¡Cicco presidente! |
Por: Cicco. Hay un nuevo modo de gobernar la Argentina, que no incluye ideas partidarias de izquierda ni derecha. Un modelo que beneficia del mismo modo la igualdad y la legítima competencia. Lo mejor del socialismo con lo mejor del capitalismo. Este plan de gobierno incluye diez pasos y empiezan por erradicar la herencia, el eje de todo mal. |
-Eliminación gradual de la herencia. Esta es la gran injusticia que rige al mundo: gente que sólo hereda riquezas, mientras otros sólo heredan miserias. Abolir la herencia es la piedra de toque desde donde construir un país justo. Derivar cada propiedad y capital del difunto en beneficio de la salud y educación de los niños. El Estado garantizará que, gracias al fondo de las herencias, cada niño tendrá casa, alimentación, salud y educación hasta que egrese de la universidad. A partir de allí, su destino estará en sus manos. Quien más talento y esfuerzo ponga, tendrá una adultez más próspera. Un origen igualitario. Un futuro, de acuerdo a los logros individuales. Y podrá gozar de sus bienes hasta el final de sus días. Reconocer la legalidad de la herencia es participar en un juego como el Estanciero pero amañado, donde ciertos participantes nacen prácticamente con todos los terrenos comprados de antemano. Al resto, poco espacio le queda para prosperar.
-Reforma de la ley de adopción. Mientras miles de niños trabajan en la calle, miles de padres buscan sin suerte adoptar, envueltos en un remolino legal que bloquea sus esperanzas de criar a sus hijos. Mi propuesta es: a cada chico que se encuentra mendigando o trabajando, se pone sobre aviso a los padres biológicos. Al tercer aviso, el hijo queda a disposición de un tribunal quien le encuentra una familia adoptiva que le garantice las necesidades básicas para crecer sano y saludable.
-No más gente en la calle. Incorporación inmediata de dos dormideros por barrio –uno por cada sexo-, que provea de camas, dos comidas diarias y baños para la gente sin hogar. No sólo dormir bajo techo es un derecho. Será, a partir de entonces, una obligación que restituya su honor como seres humanos y les quite los rasgos de animalidad en que los hundió el sistema.
-Meditación en las escuelas. Un módulo que enseñe desde la escuela primaria, el arte de observar la mente e incorporar las técnicas de meditación. Cada niño conocerá la vida de los grandes maestros espirituales de la humanidad, y pondrá en práctica sus enseñanzas. ¿Por qué saber tanto de las conquistas de Napoleón y no saber quién corno era Buda? Está comprobado que incorporar la meditación, reduce los niveles de violencia, insatisfacción y consumismo al divino botón.
-Rebautizar las calles. Las calles de Buenos Aires están plagadas de nombres de milicos, obispos chupa sirios, y masacradores de aborígenes. No significan nada para nosotros. Y además, señalan un modelo a seguir de violencia, intolerancia y alcahuetería. Es necesario cambiarlas por nombres de artistas, santos, caritativos, héroes, gente que nos inspire.
Repatriación de tesoros. ¿Qué ha sido de todo el oro, la plata y las joyas de los tiempos de la colonia, extraídos por la Corona española y sustraídos sin mirar atrás? Si eso no es robo, ¿qué nombre le pondría? Que lo regresen de inmediato. De lo contrario, se lo tasará y se lo descontará de la deuda externa con naciones europeas.
-Balance final de gestión. Cada funcionario electo deberá, al final de su gestión, comparecer ante el juez y dar cuenta de cada promesa que hizo en campaña y explicar por qué, llegado el caso, no ha llegado a cumplirla. Si así lo dispone, el juez podrá suspenderlo en actividades políticas de por vida.
-Día del trabajo comunitario. Un día al mes, cada empresario deberá dar franco a sus empleados quienes, por ley, deberán cumplir con un día de trabajo comunitario asignado según el caso, la edad y los puntos fuertes de cada uno. Esto involucrará más a la gente en un espacio de cooperación e integración. De lo contrario, cada uno seguirá con vidas separadas viendo la realidad del otro, como a través del vidrio de la pecera. Enfrentados y con el vidrio cada vez más grueso, cada vez más oscuro.
-Protesta proporcional. Para autorizar una protesta, se debe sumar una cantidad proporcional de manifestantes acorde a la calle que se cortará. Es decir, 50 personas no interrumpir 9 de Julio y Corrientes, cuando el caudal de autos que pasa por ahí excede ampliamente su proporción. Cada intersección necesitará un cupo mínimo de asistentes que deberán cumplirse en el momento previo al corte para autorizarlo.
-Trabajo obligatorio en cárceles. Si el convicto no padece ningún problema físico o mental, deberá cumplir jornadas de 8 horas laborales, como cualquiera de los pelotudos que estamos rejas afuera. Las actividades son múltiples y quedan libradas a las necesidades del momento: desde huertas propias para proveer de alimentos a la comunidad carcelaria, hasta elaboración de ladrillos para construcción de casas en barrios carenciados. No más presos ociosos pensando planes maestros para aplicar a su salida.
Y con esto damos por cerrado nuestro plan de gobierno. Entendemos que, en un país partidista como la Argentina, algunas de estas ideas serán consideradas de izquierda y otras de derecha. Y entendemos también que, en nuestro gobierno, estas divisiones nos importa un reverendo carajo.
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