UNA NUEVA MIRADA DE LA LEYENDA DE HOLLYWOOD |
Marilyn y flatos: el dato impensado |
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El diagnóstico acaba de revelarlo una reciente biografía de Clark Gable, escrita por el norteamericano David Bret, quien asegura que Clark era medio rompe quinoto con la higiene y no toleraba que, tras unas copas de champán, Marilyn hiciera levitar repetidamente la pollera como por arte de magia y el astro de “Lo que el viento se llevó” tuviera que salir corriendo a abrir las ventanas para que, justamente, el viento hiciera lo suyo.
Por eso, a pesar de los rumores que hablaban de un romance secreto cuando filmaron juntos en 1961 “Vidas rebeldes”, de John Houston, Monroe y Gable nunca llegaron más allá de lo que le permitía a Clark su radio olfativo, que era más bien estrecho. “Marilyn comía en la cama y dejaba los restos tirados por todas las sábanas y así, desnuda, se acostaba a dormir”, cuenta Bret, frunciendo la nariz en “Clark Gable: Tormented star”.
Al parecer, el actor tampoco perdonaba a Marilyn que tuviera la entrepierna teñida -hay que ver cómo se enteró de ello, excepto que condujera el metro que le levantó la pollera-, y tampoco le gustaba que la actriz se negara a llevar puesta su ropa interior, algo que hubiera amortiguado considerablemente las vertientes de ahí abajo. Y, por último, según cuenta el libro, la copa que rebalsaba el vaso o la frutilla de la torta o el último granito de arena que entró en el ojo de Clark: quizás, contagiada por la proximidad a su marido, el dramaturgo, Arthur Miller, Marilyn habría asumido una polémica costumbre de buena parte de los más grandes artistas de todos los tiempos: no se bañaba.
Sin embargo, aún cuando Clark hubiese pasado todo esto por alto, viviendo con un broche en la nariz, no habría servido de mucho. A los 11 días de terminado el rodaje de “Vidas rebeldes”, murió de un ataque cardíaco, durante un encuentro fulminante con un calcetín. Tenía 59 años.
Días atrás, gracias a la gentileza de un amigo coleccionista, el gran Roberto Di Chiara, ví el cortometraje porno atribuido a Marilyn, poco antes de hacerse famosa, cuando era conocida por el ambiente simplemente como “la rubia de los gases”. Siete minutos compactos, rítmicos, donde Marilyn se clava un consolador, la penetra un flaco escopeta en varias posiciones y a mí se me ponía dura como nuevo celular.
Se estima que el film en cuestión, del cual quedan menos de tres copias en el mundo, data de 1947. No tiene sonido y fue, en su momento, material producido para un reducido círculo de millonarios que les gustaba agitar la matraca o hacer bailar al muñeco o ordeñar la Manuela o rascarse el cuerito.
A ella se la ve gordita y picarona, con su lunar plantado a tiro de la boca. Como cierre, Marilyn deja al flaco fumando en la habitación y vuelve con unas copas de champán. Brindis, sonrisas y cohetes al aire.
Ahora que termino de escribir esto, descubro que la anécdota tiene poco y nada que ver aquí. No sé para qué quería contárselo, excepto para hacerme el canchero.
Hablando de todo un poco, sabiendo ahora de la condición en la que funcionaban sus intestinos, ¿haría usted semejante excepción olfativa, por estar junto a Marilyn? ¿Es posible zambullirse de lleno en el mundo visual, apartando las poderosas insinuaciones odoríferas del bajo vientre? Diga la verdad, ¿la querría a Marilyn con todo su corazón, aún armada de su metralleta?
Pero por supuesto que sí, hombre. Usted es de los míos. Sabe que los sinsabores de la vida le ponen condimento a las cosas. Nada como un pedo, para luego disfrutar de un buen perfume. Además, este es uno de los milagros del cine, la televisión y las revistas, canonizar divas, llevarlas a lo más alto del calentamiento global colectivo, sin necesidad, desde luego, de olerlas.
Antes de retirarme, si no padece del síndrome de sensiblidad de Clark Gable, quiero proponerle un pequeño trivia de preguntas y respuestas para que juegue conmigo.
Aquí vamos:
1) ¿Cuál es el animal que más pedos se tira?
a) El pony.
b) La termita.
C) El chancho.
2) ¿Qué ocurre si uno retiene un gas?
A) Permanece en el cuerpo hasta que vuelve a salir.
B) Emerge por la vía oral.
C) Se reabsorbe.
3) ¿Es posible congelar un pedo y mantener su olor?
A) Imposible.
B) Posible.
4) ¿Cuál es el promedio de gases que elimina una persona por día?
A) 8.
B) 10.
C) 14.
5) ¿Los muertos pedorrean?
A) Jamás.
B) Rara vez.
C) Siempre.
6) ¿Cuál es la velocidad de un gas humano?
A) 3 metros por segundo.
B) 0,50 metros por segundo.
C) Imposible de medir.
7) ¿Las mujeres producen menos gases que el hombre?
A) Sí.
B) Es relativo.
C) Igual.
Solución: 1) B. 2) A. 3) B. 4) C. 5) B. 6) A. 7) C.
* Si tiene menos de dos respuestas correctas, usted seguramente tiene un pedo en la cabeza.
* Si tiene entre tres y cinco, usted posee conocimientos profundos del tema pero aún está constipado como para salir a enseñarlos en la facultad.
* Si tiene más de seis respuestas correctas, no tenga dudas, lector: usted está verdaderamente al cohete.
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