MISTERIO DEVELADO
Ése no es Charly

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Por: Cicco.
 Tiempo atrás, escribí sobre por qué Charly debería estar muerto y cómo esto lo ayudaría en las ventas. Escribí, luego sobre por qué García no debería regresar a escena. Imaginé que esto era todo lo que no podía decir sobre el tema. Cuando la semana pasada, asistí a un show exclusivo para prensa de Luis Alberto Spinetta donde, de pronto, anunciaron que llegaría Charly como músico invitado. Yo estaba a medio metro del escenario así que pude verlo bien: García llegó con saco oscuro, una sonrisa en la cara, le dio la mano al Flaco, se sentó al piano y tocaron juntos “Rezo por vos” ese tema maravilloso compuesto por ambos, en su mayor momento de lucidez creativa. Terminada la canción, despegó las manos del teclado como si quitara una cinta adhesiva, saludó al público, bajó la cabeza y se retiró. Desde entonces, puedo decir con toda sinceridad y es lo que repito a medio mundo: ése no era García. Fotos: ¿Usted sabe cuál es el verdadero?


Fui a ver shows de García desde su época con Los Enfermeros, en tiempos de su gira en los ’90 con su álbum “Cómo conseguir chicas”. Leí su biografía, coleccioné todos sus discos –incluidos el de Porsuigieco, cuando era una tarea titánica conseguirlo- y, de chico, recortaba cada nota y la encarpetaba. Sé cuándo Charly estaba lúcido, cuando estaba violento, cuándo estaba volado, cuándo estaba deprimido y sin fuerza. Y sé, por otra parte, cuándo es Charly y cuándo es un hombre disfrazado.

Un día después de la conferencia de Spinetta, asistí al show de Bernard Fowler, un miembro de los Rolling Stones en la disco Niceto, con una banda de músicos locales. En un momento de la noche, el mismo anuncio: “Y tenemos el privilegio de tener como invitado”… Y desde una platea bajó García o lo que se supone que era García. Conocido del dueño, tuve la posibilidad de ver su entrada desde un palco preferencial, a tiro de donde estaba Charly. Interpretaron un cover de “Jumping Jack Flash”, de los Stones. Éramos unos pocos privilegiados viéndolo todo desde tan cerca y arriba. Uno, que intuyó que le vendían gato por liebre, dijo: “¿No está como dopado?” Otro, que quería creer, corrigió: “Está gordo, por eso parece dopado”. Un tercero sumó más dudas: “Es raro, fijate que durante todo el tema, no sacó los dedos de la misma nota en el teclado”. García saludó al público, sonrió su risa blanca, el mismo saco desabrochado, y se retiró. Yo dije: “¿Pero no se dan cuenta? Ese no es Charly. Darío Lopérfido, el ex deralurrista que organizó su regreso, lo remplazó por otro”.

Sabido esto, conjeturé  que una de las grandes posibilidades es que sea Mauricio Jortack, uno de los dobles de García más reconocidos, que lo representó en Gran Cuñado Vip.

Sin embargo, en septiembre último, cuando el músico ultimaba los detalles para su show en Vélez, los medios se hicieron eco de otro “hombre muy parecido a Charly” quien fue visto en el cabaret Cocodrilo abrazado a una señorita en bolas totales –acá la noticia.

Su propia representante de prensa, Jorge Argañaras, tuvo que salir a desmentirlo. Dijo que ése no era el original. “Charly está haciendo un gran esfuerzo para recuperarse y todo se puede desvanecer con esta publicación", dijo Argañaras. "Charly dedica horas a su rehabilitación, a ensayar y descansar". Según testigos, el hombre detrás de la máscara no era Jortack. Era otro. Pero, ¿quién?

Sondeando un poco entre amigos del músico, descubrí que hay media docena de perfectos imitadores de Charly. Todo el mundo señala a uno, Kobunco Leirbag Loza –en verdad se llama Luca Gabriel Loza, empleado de seguridad en La Plata- que, según él, hasta fue señalado por los propios allegados al músico como su mejor doble.

Kobunco llegó con su parecido a una final en Tinelli. “Su voz es idéntica, sus tics son perfectos y se mueve igual que Charly en escena”, dijo un periodista platense. “Si él no te lo dice, te lo tragás”. Loza pasa todo el día, sintiéndose García y hablando como él. No baja nunca a la realidad. “Vi varios videos y recitales para copiar sus movimientos y listo; ahora me dedico a realizar show donde rompo guitarras y hago un poco de lío”, dijo Loza al diario Hoy de La Plata, cuando lo recompensaron en Showmatch con una heladera y un lavarropas por su imitación.

Pero ese no es el único doble que sorprende. Hay más. De este que aparece aquí junto a Fito Páez, no pude averiguar el nombre. Pero dicen que no sólo es un doble impactante sino que en los shows, no hace playback pues tiene, aseguran, la misma voz de García.

Todo esto nos lleva a una conclusión: el hombre que se pasea por la noche porteña, no es Charly. Ése que llenó Vélez no es Charly.

García, el verdadero García, sigue en la quinta de Palito, con los anteojos empañados, el pulso alborotado y sin acertar una nota. Pasa sus días recluido, soñando su vieja vida. Yendo de la cama al living.

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