EL TEMIDO 2012
¿Al mundo le quedan tres años?

FIGURASPor: Cicco. Todo el mundo habla de lo que nos espera para el temible diciembre del 2012, el año del acabose mundial según el calendario maya. Hay decenas de libros explicando qué hacer una vez que el planeta pegue un salto dimensional y vaya a parar Dios sabe dónde. Hay, de hecho, gente que ya no planifica más su vida después de esa fecha. “Pago este plasma en 1000 cuotas, total qué carajo importa”, se dicen, “si después del 2012, no va a quedar nadie para venir a cobrarlo”.

Drunvalo Melchizedek, un reconocido gurú que habla con ángeles y tiene conocimientos esotéricos tribales, dice que un día uno va a despertar, y simplemente, el mundo ya no estará más allí. Sólo unos pocos que resistan a que su casa, su auto, su matrimonio, y la calle se desintegren en megapixeles de información volátil, podrán sobrevivir.

Pero un momento. Haga un paréntesis aquí. Basta con echar un vistazo a la historia para descubrir que el mundo ya sobrevivió a todo: a las profecías apocalípticas de Nostradamus, a dos bombas atómicas, al Tsunami, y al Y2K, el tremebundo cambio informático que, en la vuelta de siglo, se decía, convertiría todas las computadoras en una montañita de basura. Hay algo asombroso: no importa la época de la historia donde uno viva, siempre habrá alguno que considera que todo acabará. Siempre habrá alguno que encuentre elementos, pistas por doquier que certifican que el Apocalipsis está cerca. Estos paranoicos siempre piensan en grande: encuentran en las pestes, las guerras, las debacles económicas, el desenfreno lujurioso, los crímenes más perversos, las huellas indiscutidas en nuestro camino al fin.

Ahora bien, tal como lo vemos aquí en el equipo de creativos del Asesino Serial, las pistas del desenlace, del día D, están a la vuelta de la esquina. Sólo que no somos capaces de mirarlas. A decir verdad, el mundo acabó hace tiempo y aún no nos dimos cuenta. Por eso, esta sección quiere contribuir humildemente al Apocalipsis, aportando los indicios para descubrir porque todo ya acabó. Aquí los primeros ocho sellos del fin.

-Cuando la campaña publicitaria más resonante es la de un postrecito bailarín, es que todo terminó.
-Cuando la mayor parte del día transcurre en lugares, compromisos y en actividades que te hacen desear que el Anticristo llegue lo más pronto posible, es que todo acabó.
-Cuando en la televisión, el programa más boludo resiste durante décadas de rating ininterrumpido.
-Cuando los políticos hacen campaña y, tras ser elegidos, renuncian.
-Cuando la gente empieza a matar no por dinero, ni por los bienes materiales. Simplemente matan por placer.
-Cuando la vida es más armónica, colorida y armoniosa metido en la cama.
-Cuando todo el mundo parece el actor de alguna obra. Y la obra, además, es una mierda.
-Cuando descubrís que eso que pensabas que era una bolsa tirada en la vereda, es un tipo durmiendo.

Así como los mayas fueron adelantados en astronomía, riego y sacrificios humanos, también lo fueron en materia del fin del mundo. La erraron por, como mínimo, tres años. Antes de terminar, un pedido especial. Si usted encuentra más señales de que todo terminó, por favor envíelas a este sitio. Hágalo pronto, antes que el demonio nos empiece a flagelar con metales ardientes en ciertos orificios que nos harán gritar como si fuera la última noche de la Tierra.

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