PREGUNTA IMPORTANTE |
¿Ahora es cool masturbarse? |
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Muchos consideraron históricamente a la masturbación como un acto nihilista y antisolidario, pues, como bien sabrá, después de una masturbación, por más que se lo trague y repita la operación cien veces, no tendrá hijos. Históricamente, ha pasado por siglos de ostracismo de la iglesia y condena de la psiquiatría, pero gracias a sus virtudes únicas – independencia total, gratuidad del acto, carencia de riesgos virales, endémicos, parejas nocivas, y, lo principal, el poco intercambio discursivo que sigue a continuación-, la masturbación siempre se mantuvo, para decirlo de algún modo, erecta. Aún así, siempre fue una práctica silenciosa, discreta y reservada de las multitudes. El último tabú. Pero todo ha cambiado.
Hoy en día, de la mano –precisamente- de gente como Fito Páez y el actor Robert Downey Jr , defensores de su práctica, la masturbación pasó a convertirse en un estandarte de algo mucho más grande: la paja cool.
La gran diferencia entre la paja cool y las otras clases de paja, tienen que ver pura y exclusivamente con razones de cuenta bancaria. Ellos pueden admitir abiertamente que se tocan y quedar en público como si estuvieran generando un fenómeno contestatario, vanguardista. Mientras que usted puede admitir abiertamente que se toca –yo no digo que no lo haga- y quedar públicamente como un pajero boludo.
Como bien sabe, si usted se toca es porque no tiene mejor cosa que hacer. Se ha resignado a que, en la vida, allá afuera, nadie está interesado en intercambiar fluidos con sus partes viriles. Ellos, en cambio, se tocan porque se quieren demasiado. Así que, en definitiva, están teniendo sexo con la persona que más quieren en sus vidas.
Ahora no sólo está bien visto masturbarse, algo equivalente a confesar que usted practica pilates, sino que los sexólogos y terapeutas son los primeros en alentar el goce manual. Hasta dicen que, si no se toca, y guarda toda esa carga seminal, órganos adentro, le puede venir, Dios quiera que no, un tumor, una enfermedad o directamente que se le cague la vida ahora mismo. Así que, lo que antes era culpa, pecado y desvío del camino de Dios, ahora es considerado saludable, rejuvenecedor y sofisticado.
Pero en fin: ¿qué sofistificación le podemos pedir a algo tan elemental? Y bien, si quiere ahondar en nuevas técnicas, y subirse a la ola de los pajeros cancheros, visite este sitio:
Aquí le ofrecen videos hasta de tipos con gorro de marinerito –pero se los cobran en su tarjeta- y fotos ilustrativas, por si ha olvidado cómo cascársela después de tanto tiempo de inactividad. Además, propone gratuitamente unas 43 técnicas para el hombre y una guía de secretos para que las mujeres sepan cómo darse cuenta cuándo están tocando verdaderamente el clítoris y cuándo están tocando el portero eléctrico.
Para mí, en lo personal la técnica más atractiva es una que se llama Pull, Bend and Squeeze –no se imagine que le voy a poner la traducción acá-, donde de lo que se trata es de estrangularla, arriba y abajo, como si estuviera tratando de quitarle el rabo a un perro, lo cual permite que sólo le entre un poco de sangre. Soy un convencido de que, si sólo corriera un 10% de la sangre que le llega a su cerebro, se haría 10 veces menos problemas por todo. Lo único difícil, sería ponerse de pie. Me gusta esta técnica en particular, le decía, porque con esto de estrangularla puedo imaginar que estoy estrangulando a alguien como Fito Páez. No es algo erógeno, lo admito, pero es tremendamente catártico.
Por otra parte, el acto de eyacular es tan íntimo y a uno se le hincha tanto la cara, y se le dibuja una sonrisa tan grande que queda como Luis Miguel después del botox. Es una expresión pura y exclusivamente privada que nadie debería verla jamás, excepto usted, y, pensándolo bien, ni siquiera Luis Miguel debería salir por la calle con esa tremenda cara risueña de coito.
El hecho de que la masturbación se convierta en moda, me enorgullece especialmente. Es que, tal como lo entiendo yo, es un crecimiento en la sexualidad. Un avance histórico. Un puntapié para despegar al siguiente nivel y empezar a considerar señal de status el sexo con caballos. Son bonitos, estilizados, buenos compañeros. Después de su escena con un potro en una peli porno, la Cicciolina anduvo relinchando maravillas de los caballos.
Además, no se olvide, yo vivo en el campo. Y esto, para decirlo de algún modo, es como la mansión de Playboy. Un mundo de posibilidades.
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