Por: Cicco. Tal vez ahora, en un país cada vez más cercado, alarmado, lleno de barrotes, uno no piense que también hubo un primer cerco, un primer barrote, una primera alarma. Un primer hombre, aquí en la Argentina que decidió que lo mejor que podía hacer para seguir adelante con su vida era separar, asegurar, proteger, demarcar territorio. En definitiva: poner un alambrado. Esta historia empieza en 1844 con un viaje a Inglaterra y con un nombre: Richard Newton, el pionero del alambre en la Argentina.
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