/Por: Cicco. Leer es un estado de ánimo. Pero, así como viene la cosa, cada día más lectores tienen el mismo ánimo por el piso, es decir para el lado de la no ficción. Cada vez más personas que consumen a razón de tres títulos al mes, desde hace años, renunciaron a leer novelas. Antes leían literatura beat, se entusiasmaban con Bolaño y Murakami, Fogwill y los Lamborghini. Pero algo en su actitud cambió, y, desde entonces, no quieren cosas inventadas. No lo digieren. Sólo es de su interés el episodio concreto, verificable, cercano o remoto. La vida, para ellos, se convirtió en un largo noticiero. Y la fantasía, se dejan a Disney.
|