La reciente serie que aborda la tragedia del boliche Cromañón, ocurrida en Buenos Aires en diciembre de 2004 y que causó la muerte de 194 jóvenes, ha desatado un intenso debate en la comunidad y entre los espectadores. El programa, que se desarrolla a lo largo de ocho episodios, ha sido objeto tanto de elogios como de críticas por su particular enfoque desde la dramatización de los hechos, y alejado del formato documental tradicional.
Según detalló el experto en cine y series de El Observador 107.9, Martín Fernández Cruz, uno de los aspectos más controversiales de la producción es la decisión de centrarse en las historias personales y el proceso de duelo de los sobrevivientes, en lugar de profundizar en la investigación de las responsabilidades penales y políticas detrás de la tragedia. Esta elección narrativa ha generado descontento entre quienes esperaban un contenido más orientado a la denuncia y el esclarecimiento de los hechos.
Los críticos señalan que la romantización de ciertos personajes y situaciones puede diluir la crudeza y el impacto real de los acontecimientos. Argumentan que la construcción dramática de las historias, si bien busca generar empatía, por momentos parece alejarse de la gravedad que caracterizó a uno de los episodios más dolorosos de la historia argentina reciente.
Otra vez en agenda
Sin embargo, defensores de la serie destacan que este formato ha permitido reabrir el debate sobre un tema que había quedado parcialmente silenciado en los últimos años. La narrativa, sostienen, logra acercar la tragedia a nuevas generaciones que quizás no estaban familiarizadas con los acontecimientos, generando conciencia sobre la importancia de la seguridad en eventos masivos.
La representación de las condiciones en las que se desarrollaban los recitales de rock en aquella época ha sido otro punto de discusión. Mientras algunos aplauden la fidelidad con que se retrata el ambiente de la época, otros cuestionan ciertos detalles históricos, como la presencia de menores en el show, que consideran no están adecuadamente contextualizados.
En última instancia, el debate generado por la serie refleja la complejidad de abordar acontecimientos traumáticos recientes a través de la ficción. La discusión sobre el equilibrio entre el valor artístico y la responsabilidad histórica continúa, mientras la audiencia procesa diferentes formas de recordar y honrar la memoria de las víctimas de Cromañón.