Ayer en la ciudad de Santa Fe se llevó a cabo el primer debate presidencial (el segundo será el domingo próximo) del que participaron los seis candidatos en carrera hacia la Casa Rosada. El rating alcanzado por el mismo, entre todos los canales que lo televizaron, logró un promedio de 30 puntos (sin tener en cuenta a aquellos que lo siguieron por Internet). Un nível de audiencia muy importante que refleja el gran interés que ha generado en la población que debe elegir presidente el próximo 27 de octubre.

En diálogo con "La tarde de CNN", el consultor y analista político, Sergio Berensztein, ofreció su mirada al respecto.

Entre otras cosas, el especialista señaló que en su opinión, el de ayer no fue un debate: "más bien fue una exposición segmentada sin demasiado intercambio", sostuvo al ser entrevistado por Luis Majul.

Al margen de eso también remarcó que fue un hecho de relevancia ya que es la primera vez que se hace en cumplimiento de una ley y con la presencia de un presidente en ejercicio.

¿Pueden cambiar tendencias?

Sobre si un debate puede llegar a hacer cambiar el voto de los que lo siguen, dijo que no suele ser lo más común: "excepto que pase algo muy trascendente, algún escándalo o una información nueva, no cambian demasiado las tendencias de intención de voto", afirmó.

Y amplió: "Alguna propaganda, una charla con un amigo o un familiar pueden impactar más que un debate televisivo"

Más allá de eso, Berensztein también remarcó que siempre vota más gente en octubre que en las PASO, y que "los indecisos son muchos y que hay mucha gente  que puede cambiar su voto a último momento".

Moderadores opacados

En la entrevista el consultor también se ocupó de analizar el rol de los moderadores, que en su opinón, se vieron muy opacados por el formato: "Ayer había gente muy calificada que eran básicamente cronometristas, y que no hacían otra cosa que dar la palabra”, sostuvo.

Y concluyó al respecto: “No valía la pena poner gente tan preparada para eso. Sería mejor para la ciudadanía y para los candidatos que el periodismo pueda ejercer su tarea con absoluta libertad”.