(*). Le tocó un tiempo entreverado: bolsos con-vento, letradas jaraneras, reparación a jubilados, abogados que se abrazan como si se palparan de armas y deliciosas cabriolas de Leo Messi. Pero “el Cholo” tiene con qué neutralizarlo: 1° Es amable en sentido aristotélico: no se ríe de todo ni siempre; y si se burla, lo hace con mesura y permite que también con mesura de burlen de él. Y 2° Trajo buenos columnistas y heredó parte de lo mejor de la 870. Entre otros: Silvia Maruccio, Marita Sagardoyburu, Santiago Lucía y un bien aceitado informativo.

Gómez Castañón conoce el país, lleva la Patagonia adonde vaya y es un cazador furtivo de la cultura popular en un mundo en que el mercado no tiene en cuenta ninguna riqueza que no sea calculable en dinero. Sigue con tanto esmero lo folklórico que bien le cabe la paradoja: tiene mucho pasado por delante. Su conversación sabe “fluir”. Y es sabido que, en el aire, “fluir” es “in-fluir”.

En el “programa sábana” de Nacional (el más extenso: dura cuatro horas) se pueden hacer reportajes de 30 minutos, emitir al resto del país y hacer cuatro o cinco entrevistas por cada mañana. Pero las notas nunca son rencorosas: conversan con el periodista Martín García (que entregó el “Premio Patriota del Pueblo y de la Patria” a Amado Boudou) y lo hace sin chicanas ni resentimientos (como sabiendo que el re-sentimiento suele convertirse en un sentimiento contra uno mismo). Y puede también darle aire al ex ministro Axel Kicillof para que cuestione la política económica del actual gobierno.

Pero, además, y cuando es necesario, la mesa se anima a meter el bisturí en los 16 millones de pesos de Juan José Aranguren en la Shell (empresa a la que debe controlar) o a propinarle una seriada gastroduodenal a María Talerico y Mariano Federici, vinculados a bancos acusados de lavado y, al mismo tiempo, los dos a cargo de la Unidad de Información Financiera.

Las charlas entre el conductor y los columnistas siempre dejan temas que pueden ser continuados. Felipe Pigna habla de historia argentina y (tal vez sin saberlo) hace suponer que lo que realmente une el pasado con el presente suele ser el relato.

A veces se pierden posibilidades. Se habla, por ejemplo, del secuestro de Adolf Eichmann en Buenos Aires o de Omar Mateen (matanza de Orlando) y se mencionan palabras como “enfermedad” o “desviación”: ese análisis se hubiese enriquecido recordando a Hannah Arendt y la “banalidad del mal”: Eichmann, para la pensadora, no era un enfermo mental sino un imbécil, un burócrata mediocre sin ideas.

“Con todo el país”. Conducción: Oscar Gómez Castañón. Lucrecia Bullrich, Martín Simonetta, Maxi Poter y equipo. AM 870, Radio Nacional, Lunes a Viernes de 9 a 13 horas.

Ficciones

Se llama ucronía a la construcción histórica de algo que nunca sucedió. Y recientemente, Tristán Bauer, ex director de los medios públicos se jactó de los “éxitos de audiencia” echando mano a una ucronía. Dijo que “María Seoane y Vicente Muleiro habían logrado ponerla entre las de mayor audiencia” (si las frases tuvieran rostro la frase de Bauer sería un emoticón). Pero el sensei Tristán olvidó deliberadamente que además de la AM, Nacional tiene tres FM: Rock, Folklórica y Clásica. Y es sabido que, a pesar de su excelente capital humano, ninguna de las tres supera los 12 mil oyentes (cifra de Ibope Argentina). Estas radios, que merecerían mejor suerte, siempre se ubicaron entre los puestos 15 y 20 (entre las 18 emisoras que son medidas). Y en cuanto a la AM, Nacional terminó 2014 con 27.342 oyentes mientras Mitre, opositora al gobierno anterior, llegó a 218.400.

(*) Texto publicado en Revista Noticias