El 7 de noviembre se celebra el Día Internacional del vino Merlot. Según señalan los enólogos expertos, este varietal se destaca por su suavidad, el carácter frutal y la versatilidad; y es muy popular entre los aficionados al vino en Argentina. Los conocedores dicen que el Merlot posee la capacidad de expresar la diversidad de terroirs y climas del país.
¿Cuál es su origen?
De un color rojo brillante y reflejos de granate, esta variedad de vino, apreciada por igual en todo el mundo, nos transporta a su origen en el suroeste de Francia, en la región de Burdeos.
Algunas recomendaciones al servir una copa de Merlot
Para apreciar completamente la complejidad de un Merlot, es esencial verificar el año de cosecha, ya que este factor puede influir en su sabor. Además, su resguardo en un lugar fresco y oscuro, a una temperatura entre 16°C y 18°C, garantiza que se mantenga en su mejor forma.
Antes de degustar un Merlot, se recomienda beber agua para limpiar las papilas gustativas y estar listo para saborear cada matiz. Decantar el vino antes de servirlo es una técnica que realza sus sabores y aromas, permitiendo que se desplieguen plenamente en la copa.
A su vez no llenar la copa al límite es otro consejo valioso para los amantes del Merlot, ya que esto ayuda a mantener la temperatura ideal y a apreciar sus cualidades de manera óptima.
Por último, sostener la copa por el tallo no solo es una cuestión de etiqueta, sino que también ayuda a conservar la temperatura del vino y evitar dejar huellas dactilares en la copa.
Alzar la copa
En el Día Internacional del Merlot o en los posteriores, vale brindar por la elegancia y la tradición que esta variedad de vino tiene en la Argentina.