Tal como se anunció desde instancias gubernamentales, desde el primero de enero para mayores de 13 años será obligatorio contar con un pase sanitario para concurrir a eventos masivos. ¿Cómo se puede llegar a implementar la medida? ¿Por qué es necesaria? ¿Qué llevó al Gobierno a tomar esa posición? En diálogo con el programa Especial Domingo (y en diálogo con Hugo Macchiavelli y Agustina Girón), el infectólogo Hugo Pizzi expuso su opinión sobre la imposición.

En el inicio del intercambio, el profesional sostuvo que está totalmente de acuerdo con la propuesta: "cuando hay gente que no hace lo que tiene que hacer, o que es indolente e indiferente, entonces hay que ser más estricto", señaló.

Al ampliar su idea, remarcó que hoy por los hechos que se observan con los rebrotes en Europa, "el gran desafío aún es la variante Delta. Porque lo que se ve allá, luego es muy posible que pase acá. Aquí están subiendo los casos de manera paulatina pero constante. Y las camas se están empezando a ocupar. Por lo tanto el pase sanitario me parece perfecto", afirmó.

Sobre la mecánica para implementarlo, Pizzi sostuvo que la provincia de Tucumán fue la primera en avanzar con la idea y aseveró que los resultados fueron buenos: "en tres días de obligatoriedad, se vacunaron más jóvenes que en los diez días anteriores. Y lo hacían porque querían ir al boliche, a recitales, etc", dijo.

Agregó que el estado tendrá que controlar que se cumpla la obligación: "hay que cercar sanitariamente a los que no han ayudado. La gente tiene que entender que aún estamos inmersos en una pandemia", siguió.

Pizzi explicó que la medida del Gobierno tiene directa relación con la suba de casos y con los diferentes desafíos que imponen las nuevas variantes del virus: "hubo una reunión de ministros y se tomó esta decisión. Es de buen criterio porque la gente se ha relajado demasiado", concluyó.