“Clasificamos”, dicen, escupen, escriben, gritan los periodistas con ese tono eclesiástico que los caracteriza después del triunfo de la Selección. Parece que hubiesen jugado “ellos”.

Desde Rusia, en la primera reflexión post-partido, Lionel Messi monta sobre el primer gesto de revancha: “para todos esos que dijeron boludeces”.

Y así seguimos; ahora que está bajando la polvareda, ahora que algunas cosas están más claras, es hora de ajustar cuentas con los malabaristas del periodismo deportivo y del periodismo en general que buscan acomodarse…hasta la próxima derrota.

Ese periodismo al que Maradona describió algunas veces como “panqueques" y otras como “sanguchitos” ( porque están siempre al lado de la torta)

¿Cómo se pasó de la indignación cómoda de sillón del pasado fin de semana y de los linchamientos por TV, a este presente de silencios, como el de ciertos angelitos?

¿Dónde están los Fernando Niembro que reclamaban la renuncia de Messi a la Selección, los Farinella de TyC Sports que jugaban a los pistoleros disparando contra el diez y los miles de periodistas que hablaban del fin de un ciclo?

Quizás aguardando a que llegue su sábado de gloria, cuando el próximo 30 de junio, un resultado a la francesa los coloque como portavoces de una sociedad exitista y consumista.

Por eso el mejor comentario luego de la derrota ante Croacia y antes del 2-1 del martes lo escribió un periodista, como suele ocurrir, sino Fernando Signorini, ex preparador físico del seleccionado, en la revista La garganta Poderosa. Signorini hablaba de Messi el domingo 24, día del cumpleaños. Vale la pena leerlo completo:

“FELIZ CUMPLEAÑOS, LEO, Y GRACIAS” De todas formas, no es justo que él se haga cargo de la estructuración de un pueblo, más allá de lo deportivo. Si ganamos o perdemos, a nadie le va a cambiar la vida. Sin embargo, debe cargar con un periodismo sanguinario, berreta, irrespetuoso y decadente; cargar con un gobierno que es más de lo mismo; con todos los que se preocuparon por su “desaparición” en la cancha, pero no por los 44 desaparecidos del ARA San Juan ni por los 30.000. El fútbol es una construcción cultural de las clases populares que fue absorbido por el gran negocio. Me pregunto, entonces, periodistas como los Niembro, los Farinella, los Liberman y tantos más, ¿van a la villa a ver cómo están los chicos? No, esperan que ganen todo e igual los desprecian. Tengo una bronca irreversible. Los jugadores dieron lo que pudieron aún con las frustraciones que acarreaban. Y Messi, en particular, en el tercer gol de Croacia llegó corriendo a defender hasta el borde del área. El esfuerzo estuvo, pero faltó otra cosa… Para encaminar el rumbo del fútbol argentino hay que volver a recuperar los mejores valores: la inocencia del potrero, el verbo jugar, el divertirse haciendo amigos, porque años atrás la formación se forjaba desde el punto de vista humano para no ser agresivos. Eso cambió y hoy los grandes maestros fueron reemplazados por entrenadores. Pero, ¿entrenadores de qué? Este Mundial sin técnicos sería mucho mejor, porque la mayoría transmite miedo, inseguridad y violencia. Leo se ha tomado a la profesión con un perfil muy bajo, entendiendo que el mundo está pendiente de lo que haga. Él reconoce ser un futbolista que juega muy bien, pero que hay otras actividades y disciplinas que merecen otra recompensa. Aparecer como alguien tan importante cuando hay científicos, profesores, gente que da la vida por el prójimo, a él le da mucha vergüenza. “Sólo soy un jugador de fútbol”, me dijo cuando tenía 23 años. Por eso lo valoro tanto.Para el partido del martes contra Nigeria, sólo espero que los jugadores disfruten, así podemos hacerlo nosotros también. Y a vos Leo, en el día de tu cumpleaños, te deseo que puedas ser feliz. Que estés absolutamente seguro de ser uno de los mejores jugadores que se ha visto y que no le debes nada a nadie, aunque algunos nos quieran hacer creer que sí, porque hubo gente “que se gastó una fortuna para verlo”. ¡Me importan tres carajos esos tipos! No juegues para ellos, jugá para esas chicas y chicos que sueñan ser como vos y estarán esperando gritar tu gol. Te mando el más cálido y cariñoso de mis abrazos y una sola palabra: Gracias.

Mientras esto ocurría, Sergio Gendler en Fox se horrorizaba porque esta vez “no fui  al mundial” y entonces ello le permitía escuchar lo que dicen los enviados especiales desde Rusia y exclamaba “ ahora que estoy acá, no  puedo creer las cosas que se dicen”. En el mismo momento en que Gendler hablaba, bajo su imagen, alguien de FOX ponía el zocalo: “SAMPAOLI  PINTADO, LOS JUGADORES LE ARMAN EL EQUIPO”, así con mayúsculas. A dos botones del control remoto, Mauro Viale trataba de pelotudo a un hincha a quien su movilero le pedía una opinión sobre el Mundial y enseguida exigió que Macri le pidiese la renuncia a Sampaoli,  a Tapia, y estimulaba los malhumores sugiriendo ¡que la selección no se presente ante Nigeria, que vuelvan todos, los veintitrés! Una más: cada vez que se refiere a Sampaoli, Viale le dice Samparodi .

CRONICA  TV a las 17.10 del jueves pasado colocaba su clásico cartel de fondo rojo que ironizaba “ ¿a qué hora renuncia Sampaoli”. Y a las 17.10 del martes 26 de junio el cartel con letras blancas, muy para la ocasión, sostenía: “¡Lo que estamos logrando juntos!”.

Usted lector lo ha visto y escuchado todo…y mucho más. Por eso usted sabe bien que las víctimas de la semana pasada serán los héroes de esta semana.

Todo hasta que toque el silbato final del sábado al mediodía.

Ese día, a la hora de la sobremesa más o menos, los panqueques volverán a ser panqueques y los sanguchitos, sanguchitos.