Por Pablo Llonto. ¿Qué posición tomarán unos y otros periodistas deportivos con el nuevo presidente?

La famosa grieta, uno de los hechos más destacables de la historia del periodismo argentino ya que ayudó a poner las cosas en su lugar y desmentir así la falacia del periodismo independiente, también se presentó (aunque tarde) entre la prensa del deporte.

Fue Fútbol para Todos el detonante. A diferencia del periodismo político, los “deportivos”, más cautelosos y a veces repulsivamente indiferentes, permanecieron un tiempo más dentro del closet para luego sacar a luz sus banderías y camisetas políticas. Como corresponde. Al final de cuentas, no ha nacido el ser humano sin ideologías.

Ocurre que el deporte actual, profesional, ventajero y marketinero, quiere vestirse de blanco cuando ya todos saben que es más verde que el dólar que lo maneja. Hay quienes desde la prensa deportiva intentan mantener el color de los inmaculados, pero se les ve siempre la paleta.

Por ejemplo, Leandro Buonsante cronista deportivo de Radio Mitre, cada vez que puede se pronuncia contra el gobierno y contra la televisación gratuita y popular a la que acusa de pantalla propagandística del gobierno. Seguramente Buonsante no escucha la radio pública del macrismo (La Once Diez) donde se hace antikircherismo a pleno y donde habitan dos ex miembros de prensa deportiva: el director del Sistema Integrado de Medios Públicos del gobierno del PRO y responsable del cierre de El Gráfico en 2002, Pablo Avelluto, y el ex redactor de la misma revista Carlos Ares.

Gonzalo Bonadeo respondió en una entrevista para Un mundo con periodistas que odiaba a Scioli, tomando posición sin rodeos; como hace años tuvimos ganas de posicionarnos a favor de Néstor, Cristina y el chavismo quienes nos consideramos periodistas-militantes de izquierda desde los ochenta.

Por eso nos puso muy bien que ayer lunes un grupo enorme de periodistas de La Nación, entre ellos periodistas deportivos como Daniel Arcucci, Christian Leblebidjian, Claudio Mauri y Patricio Insúa integrasen la reacción que culminó en Asamblea y Comunicado de Repudio de los trabajadores de La Nación al editorial genocida de aquel diario de los Mitre que reivindica a los asesinos, secuestradores y torturadores de la dictadura. Aquí funcionó aquello de la unidad contra el horror y el golpismo.

Entonces, a afilar las herramientas del debate y la crítica. El periodismo deportivo tendrá que tomar posición clara frente al gobierno del PRO: luchar por la defensa de Fútbol Para Todos, luchar por el desarrollo del deporte gratuito y escolar, en contra de los polideportivos estatales que cobran cuota para todo como ocurre en la ciudad de Buenos Aires, o pelear frente a la falta de política deportiva educativa en los colegios públicos capitalinos; sostener la lucha por un estado que apoye al deporte de alta competición como hizo el gobierno de Cristina pero que no desatienda a los clubes de barrio y que, finalmente, se entienda de una vez por todas que el fútbol profesional será la gran pasión de todos/todas, pero todos los otros deportes son mil veces más que la pelota y el River-Boca.